Además, entre otras investigaciones, el Instituto Tecnológico de Embalaje, Transporte y Logística se encuentra trabajando en la introducción de sustancias activas en envases que prologuen la vida útil de los alimentos, o en conseguir materiales con refuerzo antioxidante, antimicrobiano o envases inteligentes.
Actualmente el 37% del envase y embalaje que se utilizan en Europa es de plástico, un total de 19,4 millones de toneladas. Los materiales plásticos más utilizados para hacer envase y embalaje son aquellos que provienen del petróleo, tan sólo el 29% de los materiales plásticos que se desechan en Europa se recuperan en forma de energía. La probable futura carestía del petróleo y el desarrollo sostenible hacen necesaria la investigación en nuevos materiales de origen renovable y biodegradable, una de las áreas prioritarias del Instituto.
Los desarrollos de Itene
Frente a este panorama Itene apuesta por la investigación aplicada a la realidad de las empresas, y lo hace a través de dos tecnologías dentro del área de la ‘Nano’; reforzar y mejorar las características de los materiales a base de incrustar nano-partículas (nano-arcillas, celulosa, etc…); e introducir ‘sustancias activas’ en envases para prolongar la vida de los alimentos utilizando como soporte nano-arcillas o nano-celulosas.
Itene utiliza estos desarrollos en nuevos materiales biodegradables, que son por naturaleza muy poco resistentes, pero que a través de la nanotecnología se consigue aumentar dicha resistencia, manteniendo sus características de ‘biodegradabilidad’. Además, los tratamientos nanométricos se utilizan también para aumentar la ‘Barrera de Oxígeno’ de estos materiales, a fin de que se conserven los alimentos mejor. El Instituto también utiliza esta tecnología en materiales convencionales, añadiendo nanocargas para mejorar sus propiedades y abaratar costes de producción.
La nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas, dedicado al estudio, desarrollo, control y manipulación de los materiales a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas. Se caracteriza por ser un campo esencialmente multidisciplinar, y cohesionado exclusivamente por la escala de la materia con la que trabaja. Se ha convertido en una de las disciplinas científicas de mayor crecimiento en los últimos años, debido a su enorme potencial en la creación de nuevos materiales.