"En este momento estamos viendo un cambio de ciclo económico", comenzó Carbajo. "Éste es un sector que ha sufrido cambios internos muy profundos, por un proceso de concentración de las empresas y por los movimientos que se están produciendo por la renovación de concesiones". Ahora, para el consejero delegado de Alsa, "el mercado está lo suficientemente ordenado en términos de competencia". Pese a ello, llega un momento en el que "el mercado obliga a la internacionalización", si bien advirtió que "no es una solución a los problemas de una empresa. Si éstos existen sólo se agravan", debido a que el proceso "distrae recursos".
Así, hay que tener muy claro qué necesita una empresa para internacionalizarse -ventajas competitivas, posicionamiento, nivel tecnológico alto, entre otros- considerando, además, las circunstancias particulares del país donde se va a invertir. Como ejemplo, Carbajo ofreció un análisis de cuatro experiencias internacionales de Alsa, en Marruecos, Alemania, Chile y Francia, todos con distintos modelos de gestión. "En algunos países los comportamientos de los reguladores y las empresas públicas no apoyan los procesos de apertura de sus mercados, y mucho menos garantizan la libre competencia", advirtió.
Complementariedad
Por su parte, el presidente de la Asociación Española del Transporte se refirió a la complementariedad de modos, ofreciendo un breve análisis de las fortalezas de los servicios ferroviarios de cercanías, el tranvía, el metro ligero y el tren-tran. A continuación, Carbonell explicó cómo se coordinan dichos servicios, coincidiendo con anteriores ponentes al afirmar que "el logro de una debida calidad del transporte de viajeros en las grandes urbes resulta difícil y complejo, por ser tres las administraciones -central, autonómica y local-, las que conjunta y simultáneamente intervienen y tiene competencias dentro de estas áreas". Ante este panorama, abogó por la coordinación de las infraestructuras, "lo que exige contemplar conjuntamente los planes territoriales y urbanísticos".
Que la movilidad urbana depende de un sistema coordinado, constituido por redes de distintos modos es una realidad, no un punto de llegada. Sin embargo, se sigue precisando una gestión de tráfico eficaz y dinámica, haciendo uso de los sistemas y procesos más avanzados. Es decir, "hacer uso de la intermodalidad o transporte combinado, únicos procesos que pueden dar plena satisfacción al viajero, ya que se trata de un producto en el que complementariamente juegan todos los modos, en su área económica más eficiente, sin competir", afirmó. Esto es, en definitiva, lo que permitirá optimizar el sistema de transporte público, algo que aún está por alcanzar en el caso del transporte de pasajeros. "No debe existir competencia entre los distintos modos, sino su complementariedad, para ofrecer una transporte combinado, optimizando una cadena modal ininterrumpida de origen a destino", concluyó.
