Según publica EFE, estas medidas forman parte de un paquete más amplio que pretende simplificar y reorganizar las distintas directivas existentes sobre seguridad e impacto medioambiental.
La normativa también obligará a que todos los coches vayan equipados con sistemas de control de estabilidad y actualizará los criterios de calidad de los neumáticos en función de su resistencia y presión. A la vez, fijará como obligatoria la instalación de sistemas de control de la presión de las ruedas para los turismos.
El reglamento entrará en vigor en noviembre de 2011, pero están previstos varios periodos de transición para permitir la adaptación de la industria del automóvil.
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