El volumen reciclado o valorizado fue en 2008 de 211.336 toneladas, un 45,2% más que en 2007. De ellas, 132.891 toneladas se han reciclado o valorizado materialmente, especialmente en aplicaciones del granulado de caucho y en obra civil. A valorización energética se destinaron 78.445 toneladas, que han servido para generar energía eléctrica o como combustible de sustitución para hornos de fabricación de cemento.
La reutilización a través del mercado de ocasión o del recauchutado, declarada por los recogedores de Signus, ascendió a 19.072 toneladas, lo que supone un incremento del 5,7% respecto al 2007.
El sistema integrado de gestión de neumáticos usados recogió este año un 8,9% por encima de su obligación legal, que se determina por la puesta en el mercado de reposición del conjunto de los 98 productores adheridos al sistema y que en 2008 fue de 182.070 toneladas, un 12,9% menos que en el anterior ejercicio. La tasa de servicio se situó en un 78%, y el plazo de recogida en torno a 6 días.
A cierre del ejercicio 2008 se han atendido a un total de 113.929 solicitudes de recogida de 21.384 puntos de generación diferentes, ubicados en 4.000 municipios de las 19 comunidades y ciudades autónomas, incluidas las islas y comarcas, atendiendo a todas y cada una de ellas en estricto cumplimiento del principio de universalidad.
A lo largo del pasado año se ha detectado un importante desequilibrio entre la puesta en el mercado de los productores adheridos a Signus, que fue de 182.070 toneladas, y la cantidad de NFU recogida por Signus, 198.347 toneladas, es decir un 9% más. La causa principal de esta situación, que se mantiene en 2009, es la venta de neumáticos que no se declaran y no contribuyen a su reciclado mediante el pago del ecovalor. En unos casos son importados y en otros son neumáticos de ocasión procedentes de vehículos dados de baja en la DGT.
Signus Ecovalor
Signus Ecovalor, sociedad sin ánimo de lucro, fue constituida en mayo de 2005 por los mayores fabricantes e importadores de neumáticos que operan en España. Su responsabilidad social es fomentar la correcta utilización de los NFU, y desarrollar una gestión sostenible, previniendo la generación de este residuo, de acuerdo a los pilares que fundamentan las políticas más avanzadas en materia medioambiental.