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CONCLUSIONES GENERALES

El transporte sostenible tiene que contar con la última tecnología, pero sólo si el resultado es rentable

La jornada celebrada en Logroño, la semana pasada, apuesta por una sostenibilidad también económica

lunes 04 de mayo de 2009, 01:00h

Logroño fue escenario, la semana pasada, de una interesante jornada sobre transporte sostenible y nuevas tecnologías, organizada por el Gobierno de La Rioja, Fenebús y Prointec. Entre las principales conclusiones del evento destaca la necesidad de incorporar sistemas que sean eficaces y rentables.

La jornada, que contó con una participación de más de 170 personas, superando las previsiones de la organización, resultó muy interesante, tanto por la calidad de los ponentes como por la de sus exposiciones.

Aunque en próximas ediciones de este Diario analizaremos más en detalle las intervenciones, al igual que en la edición impresa, conviene destacar los puntos más relevantes de las conclusiones, leídas por el director de Fenebús, José Luis Pertierra.

A su juicio, en el resumen de las Jornadas tiene un papel principal el hecho de que el transporte de viajeros por carretera es el modo más respetuoso con el medio ambiente, y que por eso no debe ser discriminado frente a otros modos. Por ello, se aboga por un sistema integrado de transporte colectivo, tanto desde el punto de vista funcional como tarifario.

El desarrollo del transporte público debe ir ligado estrechamente con la demanda de infraestructuras y la ordenación territorial, solicitando reiteradamente los presentes la urgencia de una Ley de Financiación del Transporte Público Metropolitano, como marco para consolidar los avances logrados en los últimos años. Además, se reconoce la validez del transporte a la demanda para zonas rurales, y se requieren campañas de formación y promoción del uso del transporte público (sobre todo en el ámbito escolar).

Doble sostenibilidad

Entre los comentarios más repetidos durante los dos días de sesiones, se encontró el de la necesidad de adecuar la incorporación de nuevas tecnologías, que redunden en una mejor sostenibilidad ambiental, a la rentabilidad económica de las empresas, "siendo razonable que las exigencias al respecto pudieran quedar ralentizadas", que no reducidas, hasta que la situación económica sea un poco más favorable. Los operadores demandan una estabilidad normativa para acometer sus posibles inversiones al respecto.

El motor eléctrico, los sistemas ITS, la vigilancia a bordo, la creación de estrategias comunes para tratar de influir en los procesos de desarrollo normativo de la UE (participando activamente en los mismos desde su experiencia), o la interoperabilidad fueron otros de los asuntos destacados, aunque al respecto de las tecnologías, su incorporación estaría justificada en el único caso de que mejoren el servicio al ciudadano, fomenten el uso del transporte público y optimicen la gestión empresarial.