El mercado, situado en la confluencia de las autovías A-62, A-66 y N-501, supone una modernización de las estructuras comerciales del sector mayorista alimentario. No en vano, la nueva Unidad Alimentaria será la más grande de Castilla y León y la más moderna del territorio español, indican desde la propia infraestructura.
Ocupa una superficie total de 250.000 m2, que se distribuye el Mercado de Mayoristas y una serie de naves destinadas a la industria agroalimentaria. El nuevo recinto de mayoristas cuenta con un pabellón de frutas y hortalizas, otro polivalente, y uno más para el almacén de envases vacíos, así como un edificio administrativo, que acogerá la gerencia del mercado y las oficinas de Zaldesa (que abandona su actual sede en el Centro del Transporte), así como locales comerciales.
La característica principal del nuevo mercado es la tecnología. Para su construcción se han utilizado criterios basados en la optimización y economía de recursos energéticos. Así, la generación de frío industrial está garantizada en ambos pabe- llones y cada mayorista puede solicitar la temperatura idónea para la conservación de sus productos.
Conexión con Portugal
También su nueva ubicación lo hace especialmente atractivo para nuevos compradores de Portugal y Castilla y León, al enclavarse en un nudo de comunicación, próximo a la red de carreteras y autovías que transcurren por la provincia, lo que favorecerá el tránsito de mercancías. Además, la proximidad con el Centro del Transporte y la creación del futuro Puerto Seco potenciarán una zona logística de vital importancia para la zona oeste de España.
En el capítulo de seguridad, el recinto contará con un exhaustivo control de acceso y vigilancia potenciado con cámaras de vídeo y control de matrículas. Un elemento importante que demandaban los actuales mayoristas.
En materia de imagen y comunicación, el nuevo Mercasalamanca ha dado un giro importante. En este sentido, destaca la creación de un Aula Gastronómica, en colaboración con la asociación ‘5 al día’. El impulso de la dieta mediterránea, basada en el consumo de productos frescos y de calidad, será la clave de su programación y promoverá la participación directa de los colectivos más directamente implicados.