El objetivo de esta cesión de activos es allanar el camino a una posible ayuda financiera procedente del Gobierno alemán, que había puesto como condición la separación de Opel de la casa matriz, General Motors, para tratar de evitar que la situación de GM arrastrase a la compañía. Los candidatos a tomar una participación de control en Opel son el grupo automovilístico italiano Fiat, el fabricante canadiense de componentes para vehículos Magna y la sociedad belga RHJ International (Ripplewood), a las que a última hora se ha sumado la china BAIC, que de momento sólo ha hecho una declaración de intenciones. Aunque deben mantenerse más reuniones al respecto, la canadiense Magna parece llevar la delantera, a pesar de que ha declarado que suprimiría 10.000 empleos.