En opinión de la federación, el Ministerio de Fomento debe recordar la importancia del transporte por carretera que determinada el hecho de que "registra más de 65.000 millones de viajeros/kilómetro, frente a los 26.000 del ferrocarril, los 25.600 del avión y los 1.650 del barco. La redacción y puesta en marcha de un plan similar al PEIT para el transporte en autobús mejoraría la situación de las empresas operadoras y su rentabilidad, ya que en estos momentos arrojan cuentas de resultados que se debilitan día a día".
Desde Fenebus estiman que el transporte en autobús debe tener su propio protagonismo en la política de transportes del Ministerio de Fomento debido a la importancia de este modo, que traslada más pasajeros que el resto y que cumple con una función de cohesión social que no se encuentra en ningún otro. Al igual que el Plan Plata I se destinó a estructurar y mejorar el transporte regular y el Plata II, que actualmente se encuentra en fase de redacción y negociación entre la Administración y el Sector, se ha fijado como objetivo el transporte discrecional y regular de uso especial.
Por tanto, Fenebus reivindica un PEIT II para la carretera, un proyecto que debería coordinarse con el Plan Sectorial del Transporte por Carretera, que recientemente ha puesto en marcha Fomento. En este PEIT II, deberían contemplarse, a juicio de la federación, las necesarias e imprescindibles soluciones por parte de la Administración de Transportes a las reivindicaciones empresariales que Fenebus viene reivindicando y defendiendo por activa y por pasiva desde hace años".
Decálogo de reivindicaciones
La Federación argumenta su petición a través de un decálogo de reivindicaciones que se enumeran a continuación:
1.- Necesidad de una mayor coordinación entre las distintas administraciones.
2.- Potenciación del transporte público con medidas de priorización y mejora de las infraestructuras de transportes. 3.- Política de transportes al servicio de una movilidad sostenible y del equilibrio territorial consensuada con las comunidades autónomas y el sector.
4.- Promoción de los sistemas consorciados de transporte como la mejor fórmula de garantía para la Administración, los empresarios y los usuarios.
5.- Defensa del sistema concesional y su consolidación, por ser el único que garantiza un transporte eficaz, económico y universal.
6.- Privatización de las empresas municipales de transporte urbano por razones de eficiencia, transparencia e igualdad de trato.
7.- Una ley de huelga que garantice el derecho de los ciudadanos a disponer en todo momento de los servicios esenciales, entre los que se encuentra el transporte público.
8.- Mayor coordinación entre las administraciones responsables del transporte urbano e interurbano en los tramos coincidentes, para evitar conflictos entre las empresas que perjudiquen a los usuarios.
9.- Llevar a efecto la programada ley de financiación del transporte urbano para evitar la desigualdad de trato en la distribución de subvenciones.
10.- Un mayor apoyo al sector del transporte discrecional, turístico y regular de uso especial con el establecimiento de unas tarifas mínimas y unos contratos plurianuales.
