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El desconocimiento de la existencia de un límite legal de profundidad en el dibujo alcanza a un 31% de los conductores

‘Es difícil hacer cumplir la legislación a alguien que no sabe que la hay’, reflexiona Fernando López, director general de GIPA.

jueves 11 de junio de 2009, 01:00h

Los resultados del estudio elaborado por GIPA sobre el estado de los neumáticos en España son francamente preocupantes: mientras que un 31% de los conductores no sabe de la existencia de un límite legal de profundidad en el dibujo de los neumáticos, hay cerca de cinco millones de vehículos circulando con la presión de inflado inadecuada en, al menos, uno de sus neumáticos. Al desconocimiento se une, muchas veces, el descuido.

La presentación del estudio, a cargo de  Fernando López, director general de GIPA, ha estado enmarcada en la campaña ‘Límites de Seguridad del Neumático’. Dicha campaña ha sido lanzada por la comisión de fabricantes de neumáticos (Consorcio del Caucho), que agrupa a los cinco mayores fabricantes de neumáticos presentes en España: Bridgestone Hispania, Continental Tires España, Goodyear Dunlop Tires España, Michelin España y Portugal y Pirelli Neumáticos. Los datos del estudio son el resultado de una encuesta realizada entre abril y mayo del presente año a 1.004 conductores y que incluye dos partes diferenciadas: las declaraciones de los conductores y las comprobaciones físicas sobre el vehículo realizadas por el encuestador.

Datos más relevantes

Además de existir un 31% de conductores que no sabe que el límite legal de profundidad en el dibujo del neumático es de 1,6 mm, el 35% de los encuestrados nunca ha comprobado la profundidad del dibujo, mientras que un 9% afirma que, aunque sus neumáticos están gastados o necesitan ser cambiados, sigue circulando con ellos. Por otra parte, sólo uno de cada cuatro conductores tiene el hábito de chequear la presión de sus neumáticos habitualmente, siendo que lo recomendable es hacerlo una vez al mes, con los neumáticos fríos y un manómetro en buen estado. En cuanto a los criterios de elección de un neumático, por primera vez el precio es el factor principal, por encima de las consideraciones relacionadas con la seguridad (agarre, distancia de frenado).

De las comprobaciones realizadas durante el estudio se extraen los siguientes datos: Casi 3,5 millones de neumáticos tienen un mayor desgaste del permitido, lo que afecta directamente a la eficacia de la frenada y la seguridad sobre pavimento mojado. En cuanto al control de la presión, a los cinco millones de vehículos que presentan una presión de inflado inadecuada se suma otro dato: más de 11 millones de neumáticos que circulan con una diferencia de presión de inflado superior a un 10% de la recomendada. Respecto a los daños, junto al desgaste irregular, las llantas dañadas son el defecto más común, seguido por las grietas en la goma, las roturas y los bultos en el flanco, siendo cerca de 1,4 millones de neumáticos los que circulan con deterioros. "Ésta es la realidad, no lo que piensan los conductores", enfatizó López.

Consecuencias

Los resultados del estudio revelan el importante nivel de desconocimiento por parte de los conductores sobre los neumáticos, lo que repercute en las condiciones de seguridad del tráfico. Mientras que con una inadecuada profundidad de dibujo aumenta la distancia de frenada (un 50% más con neumáticos al límite de desgaste en comparación con neumáticos nuevos) y se potencia la posibilidad de sufrir aquaplanning, una presión de inflado insuficiente puede tener las siguientes consecuencias: la distancia de frenada aumenta, los neumáticos duran menos, el vehículo consume más carburante y la estructura del neumático podría llegar a sufrir daños. Por otra parte, una presión por encima de la media también aumenta la distancia de frenada, sin contar con que los neumáticos se desgastan por el centro y duran menos, y que, si bien se consume menos carburante, aumenta el riesgo de rotura por impacto.