En función de esta medida, vigente ya para los turismos desde finales de 2007, los vehículos que emiten menos de 60 gramos de CO2 por kilómetro recorrido cuentan con una prima de 5.000 euros para facilitar su venta a los particulares.
El gobierno francés, cuyo objetivo es vender unos 100.000 vehículos eléctricos en los próximos cinco años, fijará criterios equivalentes para fomentar la venta de autobuses ecológicos en adelante.