Ayer se filtraron estas tres medidas de la nueva política medio ambiental del PSOE, pero las dos primeras fueron desmentidas por el secretario de Organización de este partido, José Blanco, en una entrevista en Onda Cero. Por un lado, negó la aprobación de la medida del ‘céntimo ecológico’, alegando que el cambio climático no se puede abordar con la subida de impuestos o con la creación de un impuesto nuevo, por lo que no se incluirá en el programa, ya que sólo ha sido “una propuesta que hizo alguna persona”. Por otro lado, Blanco negó que el programa electoral de su partido trate la creación de una Vicepresidencia de Sosteniblidad porque este programa “no aborda la composición del futuro Gobierno de España” y ésta es “una competencia exclusiva de su presidente”. Por su parte, el secretario de organización afirmó que el programa electoral sí apostará por “comprometer a la gente desde las casas hasta en las empresas con el transporte público y en la administración para abordar este tema, que es el gran desafío del siglo XXI”.
El 'céntimo ecológico'
Según el diario nacional, el borrador afirma: "Nuestros sistema fiscal no es sostenible, no internaliza los costes ambientales ni el uso racional de los recursos". Y por ello los socialistas planean crear el "céntimo del clima sobre carburantes para financiar actuaciones de lucha contra el cambio climático y la adquisición de créditos de carbono". En este caso, esta medida del céntimo verde se sumaria al "céntimo sanitario" que aplican algunas comunidades para financiar la sanidad.
Un litro de gasolina emite 2,4 kilos de CO2, por lo que los ciudadanos pagarían unos cuatro euros por cada tonelada de CO2, 57 veces más de los 0,07 euros que pagan ahora las empresas por tonelada. Aunque, la medida del céntimo ecológico sería menor de lo que las industrias pagarán a partir de 2008, cuando el nuevo plan de asignaciones eleve el precio por encima de los 20 euros. El borrador del programa también incluye "la creación de un impuesto similar al céntimo ecológico graduado según el contenido en carbono y el impacto ambiental de cada combustible" y "conversión del impuesto de la electricidad en un impuesto" proporcional. Los socialistas estudian también un impuesto "sobre el vertido e incineración de residuos urbanos, inertes y peligrosos" para fomentar el reciclaje. Además también quieren el impuesto de circulación de los coches para que deje de depender de la potencia y lo haga por la contaminación del vehículo.
Con estas medidas se recaudaría dinero, se penalizarían los combustibles más contaminantes y quien contamine, más paga, ya que quien consumiese más gasolina pagaría más. El borrador del programa planea también "revisar el plan especial de infraestructuras del transporte" de Fomento para que incluya medidas ambientales más exigentes, fomente la retirada de contaminantes químicos y obligue por ley a las empresas de más de 200 trabajadores a tener planes de movilidad.
