La reunión de Bangkok es la penúltima sesión preparatoria antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, que tendrá lugar en Copenhague en diciembre y en la cual debe sellarse el pacto mundial, que reemplazará a las disposiciones claves del Protocolo de Kioto.
Según ha declarado el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, "la UE ha establecido un programa de trabajo exhaustivo de cara al ambicioso acuerdo de ámbito mundial que se necesita para impedir un peligroso cambio climático. Tras dos años de debates, ha llegado ahora el momento de que todas las partes interesadas se comprometan de lleno a preparar el terreno para las decisiones que han de adoptarse en Copenhague. La Comisión presentó recientemente propuestas en materia de financiación, que constituye un aspecto fundamental de estas negociaciones. Espero ahora que nuestros socios, tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo, confieran mayor urgencia a las negociaciones y pongan en ellas mayor ambición".
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente sueco, Andreas Carlgren, ha manifestado que "las recientes declaraciones de las grandes economías emergentes, sin duda alentadoras, acerca de la limitación del aumento de sus emisiones deben, asimismo, convertirse en medidas concretas y ponerse sobre la mesa de negociación. Como responsables políticos deseamos llegar a un acuerdo y los negociadores deben ir a lo esencial y centrarse en los elementos fundamentales".
Postura de la UE
La UE aboga encarecidamente por un pacto general y ambicioso a través del cual se impida que el calentamiento terráqueo alcance las cotas peligrosas –más de 2º C por encima de la temperatura de la era preindustrial– vaticinadas por la comunidad científica. La UE se ha comprometido incondicionalmente a recortar sus emisiones hasta alcanzar en 2020 niveles inferiores, en un 20 %, como mínimo, a los de 1990, y está trabajando en pro de este objetivo a través del paquete de medidas sobre el clima y la energía. Por otra parte, se ha comprometido a aumentar su reducción de emisiones a un 30 %, siempre que otros países industrializados accedan a llevar a cabo reducciones similares y que los países en desarrollo económicamente más avanzados contribuyan adecuadamente a un pacto mundial.
El 10 de septiembre, la Comisión propuso un plan de alcance mundial para aumentar la financiación internacional dirigida a ayudar a los países en desarrollo a mitigar sus emisiones y adaptarse al cambio climático. Esta propuesta ofrecerá al Consejo Europeo una base para definir la postura de la UE en materia de financiación a finales de octubre. Los avances durante las tres anteriores sesiones oficiales de negociación, mantenidas este año, han sido lentos y mal estructurados. Actualmente se busca la manera de aumentar la eficiencia del proceso de negociación, por ejemplo, formando pequeños grupos que negocien paralelamente en lugar de celebrar sesiones plenarias multitudinarias.
