Titulada ¿Qué estructuras logísticas son más prioritarias para favorecer el desarrollo económico?, la Mesa 1 intentará dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Hasta qué punto es verdad que las estructuras logísticas favorecen el desarrollo? ¿Necesitamos infraestructuras de transporte de comunicación con Europa o con los centros logísticos? En pocas palabras, ¿qué debemos priorizar, el ferrocarril con Europa o una superplataforma logística?
En cuanto a la Mesa 2 —¿Existe realmente crisis en el sector logístico? De la falta de interés a la utopía técnica—, pretende ahondar en dos asuntos clave: ¿Cuáles serán las necesidades/peticiones/exigencias del mercado? ¿Qué acciones hay que hacer en un periodo de estas características para estar preparado para aprovechar el boom que sucede a una crisis?
Automatización y mecanización como clave de la flexibilidad de los procesos logísticos es el nombre de la Mesa 3, que se articula en torno a las siguientes preguntas: ¿Sabemos diferenciar entre robotización y automatización? ¿Son ambas el único camino de reducción de los costes operativos? ¿Apostar por ellas es el resultado de una mejora de procesos? ¿Son posibles otras utilizaciones de nuestros activos? ¿Debemos prever la multitud en nuestras previsiones de mecanización y automatización?
La última mesa, titulada El freno a la redeslocalización de empresas desde el punto de vista del aprovisionamiento, ¿es un subproducto de la crisis o una tendencia de futuro?, busca debatir sobre las siguientes interrogantes: ¿Podrán los autónomos soportar la crisis de incremento de costes? ¿Es determinante la distancia del proveedor si la calidad de su fabricación y entrega es prioritaria? ¿Los proveedores deben dar valor añadido a sus procesos e invertir en excelencia? ¿Volvemos a mirar a Europa y África o seguiremos con la vista puesta en China?
