Representantes de la EMT, el INSIA (Instituto Universitario de Investigación del Automóvil de la Universidad Politécnica de Madrid), el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía), la STA (Sociedad de Técnicos de la Automoción), el Ministerio de Industria, la Dirección General de Industria de la Comunidad de Madrid y la Escuela Politécnica de Madrid acudieron a estas sesiones, al igual que delegados de los fabricantes Castrosua y MAN.
El director de Ingeniería de la EMT, Juan Ángel Terrón, expuso las características de los vehículos eléctricos e híbridos, haciendo hincapié en la importancia de emplear energías alternativas para lograr la sostenibilidad en el transporte urbano. Terrón también se refirió a la evolución de toda la flota de energía alternativa de la EMT, adelantando las previsiones de adquisición de este tipo de vehículos en el quinquenio 2011- 2015, periodo en que se contempla la incorporación de los primeros vehículos híbridos a la flota madrileña. Asimismo, recordó la apuesta que la empresa municipal está haciendo por el GNC con la previsión de llegar a tener, en el umbral de 2015, casi 800 autobuses propulsados por este combustible. De hecho, en los pedidos ya adjudicados para 2010 y 2011, la EMT recibirá un total de 312 autobuses de los cuales 252 (es decir, el 81%) son de gas. Concretamente, en 2010, la EMT recibirá 170 nuevos autobuses, 110 propulsados por GNC.
El jefe del departamento de Transporte del IDAE, Juan Luis Plá, explicó el cometido principal de este instituto, abordó el crecimiento del consumo energético y las medidas diseñadas para lograr una mayor eficiencia energética en el transporte. Dos temas centrales de su intervención fueron la hibridación y la electrificación de los vehículos, para acabar hablando del proyecto Movele impulsado por el Ministerio de Industria, que promueve la introducción de vehículos eléctricos en nuestro país.
Alternativas al petróleo
La EMT, con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, lleva tiempo experimentando con este tipo de vehículos impulsados por tecnologías alternativas al petróleo y sus derivados (como lo demuestra su participación en las experiencias con autobuses de pila de hidrógeno y la incorporación a su flota de vehículos eléctricos y de bioetanol).
