El trabajo se enmarca dentro del Proyecto Dumes, un programa que tiene como objetivo mejorar la movilidad urbana de las grandes urbes. Liderado por Seur, ha sido financiado por el Ministerio de Fomento y avalado por la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid y por el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, localidad donde se ha desarrollado el estudio por considerarse un modelo extrapolable, dadas sus características económicas y sociodemográficas.
Entre los elementos investigados se encuentran las condiciones de reparto, los tipos de mercancías distribuidas, los procesos de almacenaje y el análisis de impacto de las medidas a adoptar. Para ello se han realizado encuestas a comerciantes y empresas de transporte (140 comercios en total), que han servido para detectar los procedimientos de reparto más habituales y los principales problemas que se originan. Además, tal como recuerda Raimundo Almeda, técnico de proyectos de Citet, a NEXOLOG.com, "se han incluido las opiniones de los ciudadanos sobre el centro de la ciudad", elemento novedoso y que aporta una visión más completa de las situación.
Una de sus primeras conclusiones es que la falta de espacio supone una exigua capacidad de almacenamiento, lo que provoca una utilización ‘a demanda’ del transporte: la mayoría de los comercios necesitan casi a diario recibir unidades concretas de determinados productos, pero sus peticiones van únicamente en función de las ventas y no existe planificación. Esta tendencia se ve reforzada por las actuales prácticas en la distribución, tendentes a modelos de flujo tenso, reaprovisionamiento continuo o stock cero, que eliminan las reservas de mercancías en las tiendas y, a cambio, suponen un reaprovisionamiento más frecuente de las mismas. En cuanto a los horarios, la mayoría de los establecimientos requieren que la entrega se realice antes de su apertura al público, lo que concentra un gran número de servicios antes de las 11.00. Por otra parte, es habitual que los vehículos circulen a media carga para poder cumplir con los compromisos de entrega o recepción, como consecuencia de la falta de sistematización en los procesos de almacenaje de los comercios.
A modo de resumen, según declaraciones ofrecidas por Raimundo Almeda, "a raíz del ruido, molestias y humo que causa la distribución en las ciudades, se hace indispensable buscar distintas alternativas a las actuales". Eso sí, Almeda tiene claro que, una vez identificado el problema, aún queda un largo trayecto por delante. "El estudio plantea recomendaciones. Aquí es donde viene la voluntad política, de que realmente se quieran poner consignas electrónicas, miniplataformas u horarios nocturnos. Aún no hemos hecho nada con el estudio, sólo identificar las distintas alternativas para los centros de la ciudad", reflexiona.
Las recomendaciones del estudio
Los resultados del estudio han servido para realizar un primer borrador de medidas que formarán parte de las próximas fases prácticas del Plan Dumes. Para ello las nuevas tecnologías son básicas, recuerdan desde Seur. Entre las medidas planteadas cabe destacar:
- Creación de plataformas de distribución urbana para la última milla. Se trata de miniplataformas ubicadas en el centro urbano, con espacio para el trasvase de mercancías desde vehículos convencionales a otros más limpios que podrían utilizar las diferentes compañías de transporte.
- Utilización de consignas electrónicas para el reparto domiciliario, de manera que el repartidor acceda a varios puntos estratégicamente situados sin necesidad de ir puerta a puerta.
- Uso de almacenes específicos de distribución en centros comerciales.
- Implantación de la distribución nocturna.
- Incorporación de vehículos propulsados por energías más limpias y eficientes.
- Adecuación de las zonas de carga y descarga a las necesidades reales.
Desde Seur recuerdan que un elemento fundamental para que las soluciones propuestas resulten exitosas es implicar a las empresas, algo que resulta básico para que el sector privado no adopte una posición ‘reacia’.
