El diseño y funcionalidad de las carretillas elevadoras existentes en el mercado varía considerablemente según su constitución técnica, siendo la transmisión un factor definitivo, indican desde la compañía. En su variante más sencilla, una ‘servotransmisión’ en este tipo de equipos transmite la potencia del motor a las ruedas a través de un convertidor de par, confiando en los frenos la reducción de la velocidad de la carretilla. Sin embargo, esta configuración deja en manos del operario y el uso los posibles daños por una conducción inadecuada.
La transmisión DuraMath™ se controla electrónicamente gracias a una unidad de control electrónica a bordo denominada Controlador de Sistemas del Vehículo Pacesetter™ (VSM). Junto a la transmisión, el VSM controla también todas las funciones hidráulicas y electrónicas de la carretilla elevadora y simplifica algunas funciones del operario.
El VSM, para reducir la velocidad, también regula el caudal de aceite a través de los paquetes de embrague de marcha adelante y marcha atrás. También el índice de desaceleración puede ser adaptado a través de la pantalla del tablero de instrumentos, ajustándolo a las necesidades de cada conductor o de la aplicación.