Valero condicionó este objetivo a que "la economía empiece a crecer a un ritmo más razonable, pues con desempleo y sin crecimiento, hay que aguantar el chaparrón". Para este año, Anfac apuesta por un cierre de mercado de 950.000 unidades, cifra que, si bien mejora las previsiones iniciales de 800.000, está todavía muy lejos de los 1,5 ó 1,6 millones de los mejores registros alcanzados en la fase de expansión anterior a esta crisis.
El directivo de Anfac opta igualmente por la cautela en lo referente a la producción, y se inclina por un cierre para este ejercicio de unos 2.150.000 unidades y una cifra similar para el que viene. El gran animador del mercado este año ha sido, a su juicio, el Plan 2000E de ayudas directas a la compra de coches, mientras que las ayudas de los países europeos han dinamizado la producción. En cuanto al impacto de esta iniciativa en el mercado español, Valero ha apuntado que el efecto de ánimo en el consumidor ha mejorado los resultados, pero "las cifras todavía no dejan de ser malas porque la rentabilidad es catastrófica".
"La tentación de seguir reclamando ayudas la tenemos siempre, pero es verdad que España va a tardar más en su recuperación económica y, por eso, sería conveniente prolongar las ayudas", apostilló. Luis Valero ha aludido a que la mejora productiva ha significado que de 50.000 trabajadores previstos en los EREs en los peores momentos del mercado se ha pasado en octubre a 26.000. "Con el instrumento de los EREs —ha concretado— hemos podido pasar el año y algo parecido pasará el que viene".
Sin reforma laboral
Las relaciones de los fabricantes de automóviles con el Gobierno pasa por un buen momento, gracias a las medidas que hacia el sector ha tenido el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el interés que el ministro de Fomento, José Blanco, ha tenido en abordar la corrección de algunos desajustes logísticos. Sin embargo, Valero ha acusado al Ejecutivo de no haber mostrado "voluntad política" de acometer reforma laboral alguna. De los organismos institucionales ha alabado la mejora en los resultados de la accidentalidad vial, tras las medidas tomadas por la DGT, pero también ha acusado a este organismo de no ocultar afanes recaudatorios "excesivos".
Valero ha expuesto sus dudas acerca de una fuerte deslocalización del automóvil, pues "en España no es tan fácil de hacer, no sólo por el coste social, sino porque las instalaciones están amortizadas y pueden seguir siendo rentables". Finalmente, el director general de Anfac ha reconocido que el auge automovilístico del norte de África será beneficioso para el tejido industrial español por las mejoras logísticas en cuanto a suministros de automóviles acabados y de componentes a las fábricas que se instalen en la zona.
