Las empresas de transporte de viajeros, según Fenebus, cerraron 2009 con importantes desequilibrios en sus cuentas de resultados, pues a los incrementos de costes producidos (3,3% en el capítulo de mano de obra en términos interanuales del tercer trimestre de 2009 sobre 2008, y 12,42% en el capítulo del carburante referido a enero/noviembre 2009, por referirnos exclusivamente a los dos capítulos más significativos de las estructuras de costes), se une el progresivo descenso de viajeros que, según las propias empresas del Sector, se sitúa por encima del 7%; por ello el nuevo año se presenta difícil y complicado para las tesorerías de las empresas prestatarias de estos servicios.
Como todos los años, otras empresas de transporte han iniciado el nuevo ejercicio revisando sus precios y tarifas. Así, Renfe incrementó un 4% los servicios de larga distancia y un 6% los servicios de cercanías. Lo propio hizo el Consorcio de Transportes de Madrid, con los servicios urbanos de su competencia a los que autorizó un incremento medio del 6%, y la Generalitat de Cataluña por Orden de 14 de diciembre que publicó el DOGC del 23 de dicho mes, autorizó una revisión de las tarifas de los servicios regulares de transportes de viajeros por carretera del ámbito de dicha comunidad en un 1%, fijando el mínimo de percepción en 1,40 euros (IVA incluido) salvo en los títulos multiviaje de 15 unidades, que serán de 1,25 euros. Otras importantes ciudades han aprobado incrementos del transporte urbano en porcentajes que se sitúan entre un 1,6 y un 3,5%, dependiendo también en algunos casos de los incrementos aplicados en el ejercicio anterior.
Revisión de tarifas
El próximo 1 de abril, el Ministerio de Fomento deberá revisar las tarifas de los transportes regulares permanentes de uso general, referenciados al IPC por la fórmula que se recoge en la Ley de Transportes. De cualquier forma, lo cierto es que el transporte por carretera atraviesa una importante crisis económica, motivada fundamentalmente por la pérdida de viajeros, y que es necesario tenerla en cuenta a efectos de buscar el necesario equilibrio económico entre ingresos y gastos por parte de las empresas, para que éstas puedan mantener sus niveles de actividad con normalidad.
Y este equilibrio, a juicio de la Federación, pasa por evitar el incremento de expedientes que llegan tanto al Comité como al Consejo de Transportes con la intención de reducir servicios y, lo que es peor, abandonar los tráficos por falta de rentabilidad, ya que entre las soluciones del Ministerio de Fomento para el mantenimiento de los servicios no se encuentra la figura de la subvención, como sucede en la mayoría de las Comunidades Autónomas en los servicios regulares de sus respectivas competencias.
