De hecho, la asociación ha presentado recientemente un recurso de amparo ante el defensor del pueblo por las "medidas de acoso y limitativas" que soportan estas entidades, considerándose las más graves las limitaciones en el ejercicio de la actividad de transporte (sólo las cooperativas de trabajo asociado pueden ser titulares de autorizaciones de transporte), el establecimiento de un mayor control inspector por parte de la Administración (pese a representar un 0,6% del total del Sector, hay establecido un pan específico de control de su actividad), las limitaciones en el suministro de carburantes y en la aplicación del gasóleo profesional y la pretensión de la Agencia Tributaria de modificar el régimen fiscal aplicable.
Consultado al respecto por NEXOTRANS.com, el coordinador de Emcofeantran —Federación de Cooperativas Andaluzas de Transporte—, David Jiménez, comenta que en el tema de la modificación del régimen fiscal hay un malentendido, y que en realidad el régimen no se modifica. "Hay un problema generalizado en ciertas comunidades —sobre todo Valencia, Castilla La Mancha, en menor medida Cataluña— en el cual el régimen que estaban adoptando era incorrecto desde el punto de vista fiscal, porque se acogían a un régimen distinto al que les correspondía en función del tipo de cooperativa que tenían", explica. Esta situación, que en algunos casos se viene arrastrando por más de 20 años, se debe, a su juicio, a "una falta de comunicación por parte de las administraciones", que ha dejado pasar el tiempo, hasta llegar a la situación actual, en la que "si se cambia de régimen ahora, te cargas a X cooperativas. Porque ello, tal como está la situación actualmente, supone que uno no pueda mantener la estructura de costes que tiene".
Ahora, respecto a los otros problemas planteados, Jiménez cree que se deben, en gran parte a la desidia de Fomento, "que lo único que hace es poner trabas a las cooperativas". "Lo que se debería fomentar es la economía social por parte de las administraciones públicas, como lo está haciendo la mayoría, excepto el Ministerio de Fomento", recalca. "Creo que lo más correcto sería promover el transporte a través de fórmulas de economía social, que supongan autoempleo y creación de puestos de trabajo. Tal como está la situación del mercado, el actual sistema sólo favorece a las grandes empresas, porque pueden ampliar flota como les dé la gana", reflexiona. Ello porque un autónomo o pequeño empresario, para comenzar su actividad, necesita como mínimo tres vehículos para constituirse como tal, algo que el coordinador de Emcofeantran considera "inviable". "Actualmente te puedes asegurar el trabajo de un camión, y ya. En cambio, una gran empresa puede incrementar su flota sin ningún problema". "Ahora —continúa—, si fomentáramos que haya cooperativas que unan a personas para poder comenzar la actividad, sin poner la traba de los tres vehículos, esa sería una forma de incentivar el autoempleo".
En cuanto al tema de los excesivos controles que sufren las cooperativas, para Jiménez también existe una responsabilidad de Fomento, compartida con el Comité Nacional del Transporte. "Mientras que todas las administraciones públicas están impulsando la economía social, el Ministerio lo ve como algo malo. Yo creo que ahí hay algo personal, por parte de las personas que componen el Comité Nacional de Transporte, o falta de entendimiento. Creo que la representatividad del Comité tendría que cambiar, pero eso ya es otra historia. Es que eso está monopolizado por las grandes empresas. Y a la gran empresa lo que no le conviene son los autónomos y las pymes, es decir cooperativas que le puedan quitar el trabajo. Todo parte de ese punto: Esas personas no quieren fomentar el cooperativismo, porque no les interesa", indica.
Propuestas
Consultado acerca de las propuestas de Emcofeantran para mejorar la situación de las cooperativas, la principal de ellas, para Jiménez, sería modificar el régimen de acceso al mercado de nuevos transportistas. Con ello "se eliminarían todos los problemas que están teniendo las cooperativas". "Sobre todo facilitarlo y dar la posibilidad de que las cooperativas puedan tener vehículos y tarjetas a su nombre. Porque una cooperativa de servicios no puede tener tarjetas a su nombre, sólo puede tener socios. Habría que modificar eso, y que la cooperativa de servicio pueda tener autorizaciones a su nombre y facturar con esos vehículos. Incluso si es necesario cambiar la legislación autonómica, en nuestro caso la Ley de Cooperativas Andaluzas, para que se permitan las cooperativas ‘mixtas’, al tiempo que se permite explotar la actividad de forma independiente". Es decir, en vez de limitar y acotar, abrir y ampliar sus posibilidades.
