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Suiza y Holanda también apuestan por el transporte a la demanda, pero con interesantes diferencias

La compañía suiza resta servicio en otros países, mientras que en Holanda el operador cobra por la calidad

jueves 29 de abril de 2010, 01:00h

La Mesa III con la que concluía la jornada se centró en las experiencias internacionales, aportadas por representantes de empresas que realizan transporte a la demanda en Holanda y Suiza, ya que se produjo a última hora la baja del ponente sueco, debido a la erupción volcánica de Islandia. Francisco Javier Carbajo, consejero delegado de Alsa, actuó de moderador.

Peter Blanken, gerente de Regiotaxi, aportó el punto de vista de un servicio de transporte a la demanda en Holanda, concretamente en la provincia de Gelderland. Da servicio a una población de 1,2 millones de personas, pero con la particularidad de que no es una zona de baja demanda, porque la densidad de población asciende a 402 habitantes por km2. Blanken explicó que se trata de un servicio puerta a puerta, que está en marcha desde 2007. Es un transporte público, gestionado por la provincia (pero en colaboración con los 38 Ayuntamientos locales), que controla la licitación y la calidad del servicio prestado por los operadores, que son privados. La central de reservas también lo es. 

"Nació por motivos políticos en 2003, debido a recortes en el transporte público y en los presupuestos sociales, que obligaron a recortar servicios a núcleos pequeños de población. Por eso, planteamos la necesidad de mejorar la movilidad de personas mayores y discapacitadas, al tiempo que se mejoraba la calidad y la eficiencia del servicio para todos", matizó Blanken, añadiendo que "la provincia contrata y los Ayuntamientos reembolsan los gastos que tenemos. El sistema está integrado, y se controla en tiempo real por GPS. Esto es esencial, porque los operadores cobran en función de la puntualidad que tienen, con una tabla pactada de antemano". Los operadores firman un contrato por seis años (3+3).

En 2009, existía un call center abierto desde las 06.00 horas hasta la una de la madrugada, cinco operadores y 25 subcontratados, con la máxima transparencia, puesto que la relación es de igualdad y no de competencia entre ellos. El servicio se presta mediante 600 vehículos, todos ellos adaptados para PMR, se emplearon 2.000 conductores, se realizaron 135.000 viajes al mes para un total de 1,65 millones anuales, y un total de 50.000 pases expedidos, que sirven para reducir el coste del viaje (0,5 euros por zona con pase, 1,85 sin él).

Regiotaxi registró una puntualidad del 96%, recibe dos quejas por cada 1.000 viajes, y gestiona unas 1.500 llamadas al día. Además, practica una política proactiva con los usuarios, con sondeos diarios y llamadas a los usuarios que han sido recogidos fuera del margen horario estipulado, para proponerles la opción de formular una queja.

PostBus en Suiza

El caso suizo aportó una nueva óptica. Andre Burri, director regional de PostBus, inició su ponencia resumiendo las dimensiones de la compañía, que gestiona 783 líneas y 14.000 paradas, con una facturación de 405 millones de euros, una cuota de mercado del 43% y un volumen de 117 millones de viajeros. Además, no sólo limita su ámbito de actuación a Suiza, sino que desde 2001 gestiona líneas de transporte a la demanda en Liechtenstein, y en Francia desde 2004, estudiando actualmente la posibilidad de expandirse a Holanda, Austria, Alemania y España.

En Suiza, las ayudas al débil tráfico son responsabilidad de los 26 cantones. Por eso, se optó por un transporte a la demanda, para tratar de optimizar los costes. Existen tres opciones: el puerta a puerta, paradas definidas o transporte a la demanda. "Para el cliente, esto supone comodidad y economía; para el operador, un descenso del consumo, la adecuación de los servicios a las necesidades, y el poder prestar servicio durante más horas; y para la Administración, la posibilidad de cubrir una mayor extensión geográfica", resumió Burri.

En 1995 se realizó el primer trayecto a la demanda, una iniciativa que creció mucho durante los años 2003 y 2004, aunque luego se ralentizó su expansión hasta el año pasado. "Y esto se debe a que el volumen de usuarios era tan grande, que algunas líneas se han convertido en transporte regular, lo cual es todo un éxito y nos hace estar muy orgullosos", recalcó Burri, quien no dejó escapar la oportunidad de identificar algunos de los problemas del servicio, como su excesivo coste, la proliferación de centrales de reservas, la escasa ocupación o los picos de demanda que genera el transporte escolar. Sin embargo, como soluciones se indicaron que el cliente sólo cubre un 20% del coste, y que paga en función de su poder adquisitivo.