La declaración fue realizada durante una presentación internacional de la compañía, realizada en la planta de producción de EvoBus Ibérica en Sámano (Cantabria), designada en 2003 centro competente para chasis a nivel mundial. Para Göpfarth lo de los chasis es un tema "tradicional" para Mercedes-Benz. "Tenemos una larga historia y queremos continuar con ella", asegura.
Si bien en términos generales el chasis juega un papel secundario, no ocurre así en España y otros países, y Michael Göpfarth está convencido de que es allí donde hay que centrarse: "Para el tema del crecimiento es decisivo encargarnos de los nichos. Por lo tanto tenemos que centrarnos en los chasis y establecer alianzas con los carroceros". Obviamente, dicha ‘filosofía’ no se aplica sólo a nuestro país, ya que la empresa desarrolla una gran cantidad de chasis para el mercado latinoamericano, además de exportar a países asiáticos y africanos. Y todo ello con la garantía de calidad Mercedes-Benz. "Donde haya una estrella de Mercedes esperamos la calidad de Mercedes. No importa si se trata de chasis con carrocería o sólo chasis. Si lleva la estrella debe cumplir con los requerimientos de calidad, durabilidad y disponibilidad de la marca", reflexiona Göpfarth. Esto implica que cuando se trabaja con carroceros se les exige el cumplimiento de las directrices de superestructuras de la compañía, además de reforzar el servicio postventa tanto en caso de vehículos integrales como de chasis.
Así, Daimler, por ejemplo, ha llegado a alcanzar una cuota de mercado del 13% a nivel mundial, siendo líder global, si bien obviamente las cifras de la compañía se han visto mermadas producto de la crisis mundial. Pese a ello, con la vista puesta en otros mercados, la marca se ha encontrado con situaciones curiosas, como ocurre en América Latina, donde "no tenemos la capacidad de producción necesaria y estamos pensando cómo ampliarla, o perderemos cuota de mercado", en palabras de Göpfarth. De cualquier manera, la idea que hay detrás es penetrar nuevos mercados, donde, al desconocerse las especificaciones y necesidades de la zona, las alianzas con carroceros locales resultan fundamentales. "Ellos saben por regla general lo que desean los clientes. Hay una simbiosis, ellos conocen el mercado y nosotros aportamos la calidad", continúa el jefe de Ventas, de Mercedes-Benz Buses and Coaches.
Concepto modular
Esta ‘flexibilidad’ a la hora de adaptarse a distintos mercados y carroceros es posible gracias a un concepto modular de chasis, pensado "para satisfacer las necesidades y distintas exigencias de los clientes"—explica Bernd Voigt, del área de ingeniería de producto en chasis a nivel mundial—, algo que no es posible con los autobuses completos. Voigt agrega que resulta fundamental definir claramente qué desarrollo requiere cada caso, ya que "no todos quieren cajas de cambio sofisticadas, por ejemplo".
De esta idea de sinergia ya mencionada, que se afirma en el concepto de módulos flexibles, surgen ambiciosos proyectos, que Voigt define como "volver a inventar la rueda". "Si se ha hecho algo bien en camiones, por ejemplo, lo podemos copiar en vehículos de 12 a 15 toneladas", acota. Así, la compañía ha adaptado la suspensión neumática del Atego para utilizarla en otros vehículos. Esto no ocurría en el pasado, cuando las distintas fábricas y divisiones de Mercedes-Benz eran independientes. Se trataba de soluciones “solitarias’, porque se trabajaba con productos locales. Ahora, claramente, las cosas han cambiado. "Tenemos un departamento central ubicado en Brasil, dos departamentos muy fuertes en Europa y otro en México", finaliza Voigt.
