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Portugal podría imponer un peaje por circular por algunas autopistas, ahora gratuitas, desde el 1 de agosto

El sistema requiere un dispositivo a bordo, que todavía no se puede adquirir por los conductores extranjeros

miércoles 28 de julio de 2010, 01:00h

Portugal pretende exigir, desde el próximo domingo, 1 de Agosto, una tasa a todos los conductores portugueses y extranjeros por utilizar las actuales autovías gratuitas, ante lo que Fenadismer pide amparo al Ministerio de Asuntos Exteriores por el "caos" que va a ocasionar a los transportistas y turistas españoles.

A partir del día 1 de agosto de 2010, el Gobierno portugués pretende aplicar nuevos peajes en varias de las principales autovías del país, que hasta la fecha tenían carácter gratuito, y que se cobrarán tanto a usuarios particulares como a transportistas de mercancías o viajeros en cualquier clase de vehículo.

En concreto, inicialmente las autopistas afectadas por este nuevo sistema de peajes son las siguientes: Concesión Norte Litoral, afectada la A-28; Concesión Costa de Prata, afectadas la A-17, A-25 y A-29; y Concesión Grande Porto, afectadas la A-4, A-41 y A-42.

El nuevo sistema de peajes establecido en estas autopistas tiene carácter exclusivamente electrónico (sistema semejante al actual Via Verde), por lo que en ningún caso será posible realizar el pago de forma manual. De esta forma, los vehículos que pretendan transitar por cualquiera de estas autopistas deberán llevar instalado en el interior del parabrisas un Dispositivo Electrónico de Matrícula denominado DEM, que estará asociado a una matrícula determinada, por lo que cada vehículo deberá disponer de su propio aparato.

La solicitud de los dispositivos DEM deberá realizarse ante cualquier distribuidor oficial autorizado de la empresa pública SIEV. En estos momentos, se encuentran autorizadas Vía Verde Portugal  y los CTT (equivalentes a Correos). Estos dispositivos serán gratuitos si los pedidos se efectúan antes del 16 de diciembre de 2010. A partir de esa fecha, tendrán un coste de 19 euros más IVA. En cuanto al importe de estos peajes, las cuantías variarán en función del tipo de vehículo, de la autopista y del tramo por el que se transite, oscilando entre 0,25 y 1,20 euros para los turismos y 0,55 y tres euros para vehículos pesados.

Toda esta nueva regulación está generando numerosas dificultades e importantes problemas para la definitiva aplicación de los peajes, en especial en lo que respecta a la instalación de los dispositivos DEM por parte de conductores no residentes en Portugal.

De hacerse efectivo el cobro de peajes, como se prevé el día 1 de agosto, los vehículos de países extranjeros, entre ellos principalmente España por su proximidad, no podrán transitar por las referidas autovías, puesto que a fecha de hoy el Gobierno portugués no ha establecido el sistema para que los usuarios extranjeros puedan solicitar la instalación de los dispositivos DEM.

Movimientos de Fenadismer

Ante esta situación, Fenadismer ha efectuado numerosas gestiones y mantenido reiterados contactos con las empresas distribuidoras autorizadas para la emisión de los dispositivos DEM, para concretar con claridad los trámites necesarios que deben realizar los conductores españoles. No obstante, la mayor parte de las cuestiones esenciales siguen sin respuesta, tanto respecto a la efectiva fecha de aplicación (prevista a priori para el 1 de agosto), como a la forma y procedimiento de solicitud de los DEM por conductores extranjeros, como a las autovías realmente afectadas (podrían incluirse otras autovías) o a los posibles descuentos a conductores y empresas.

A esto hay que añadir la imposibilidad de efectuar los pagos de forma manual o mediante cualquier otro sistema (tarjetas de peajes, bancarias, etc), lo que ocasionará numerosos problemas a los conductores españoles, no sólo transportistas, que en la práctica verán coartada su derecho a la libre circulación de personas y mercancías por estas autopistas portuguesas.

Por todo ello, Fenadismer ha remitido un escrito de amparo al ministro de Asuntos Exteriores para que desde el Gobierno se atienda con especial interés este asunto y se vigile, en consecuencia, que no se impida a los usuarios españoles, tanto ciudadanos particulares como profesionales del transporte, la libre circulación por las carreteras portuguesas.