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‘Hemos tratado de eliminar toda intervención inútil de la Administración en el Sector y su mercado, así como la desregulación extrema’

Sánchez se despide de la Dirección General de Transporte Terrestre tras once años al frente de la misma

martes 07 de septiembre de 2010, 01:00h

Camino de resistir la cuarta legislatura al frente de la Dirección General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, Juan Miguel Sánchez ha sido cesado el pasado viernes en sus funciones. El ya ex-director general ha querido recoger en un escrito lo más destacado de su función pública.

"(...) he desempeñado el cargo durante más de 11 años seguidos, en cuatro legislaturas diferentes, etapa que ahora finaliza. Han sido años de trabajo muy intensos que se unen a los cinco anteriores formando parte del equipo directivo de este departamento. Durante esos años, se ha abordado una política de transporte enmarcada en las grandes líneas políticas y económicas de cada Gobierno, pero con una línea de coherencia y con un propósito claro y definido: llevar a cabo el impulso de un cambio hacia la profesionalización del sector del transporte, a través de iniciativas basadas en la búsqueda del acomodo entre las necesidades de la sociedad y las peticiones de los agentes del mercado, y siempre mediante el diálogo con todos: empresarios y sindicatos, cargadores y transportistas, logísticos, usuarios, fabricantes, etcétera". Juan Miguel Sánchez ha expresado en una carta de despedida al Sector lo que ha significado su andadura por el Ministerio de Fomento.

Sánchez ha hecho hincapié en que "el objetivo que hemos perseguido ha sido, por un lado, el de eliminar toda intervención inútil e improductiva de participación de la Administración en el sector del transporte y en su mercado, huyendo, a la vez, de toda desregulación extrema; y, por otro lado, el promover, en todos los ámbitos, sobre todo en la Unión Europea, una regulación basada en la calidad, la seguridad y el medio ambiente, aspectos imprescindibles para un sector responsable y comprometido con la sociedad. También hemos defendido la existencia y mejora de los servicios públicos de transporte terrestre y lo hemos hecho convencidos de que es la mejor organización para que la sociedad reciba servicios de calidad, como ha sido el caso de las líneas regulares de viajeros que cubren todo el territorio español, o de los servicios ferroviarios".

Relación intensa

Sánchez ha definido la relación con las Comunidades Autónomas como "intensa y fluida". Una relación en la que según el ya ex-director general "se ha buscando siempre que exista un trato en pie de igualdad, sin ataduras y sin complejos, sabiendo que cada administración tiene unos cometidos específicos, y, en materia delegada, contando con la opinión y el diálogo para llevar a cabo una coordinación eficaz y respetuosa con la realidad de cada nacionalidad o región".

A continuación se recoge la parte final del texto de despedida de Juan Miguel Sánchez:
"El diálogo es fundamental a la hora de abordar cualquier cambio, y más para gestionar las competencias a las que se refiere este sector y este mercado del transporte terrestre, principalmente en la carretera por la gran fragmentación de agentes y actividades diversas. Hemos querido impulsar el diálogo, integrar más a todas las partes, dejar de ser una administración tutelar de los transportistas para ser una administración del siglo XXI que cuenta con todos, también con los usuarios y cargadores, para escuchar sus propuestas y sus necesidades, así como hemos escuchado y contado con los expertos, las Universidades y las consultorías.

Hemos querido hacer de la Dirección General de Transporte Terrestre un motor potente, en definitiva, una herramienta útil para esos cometidos, y ante todo muy profesional, donde cada uno tuviera sus competencias y responsabilidades. 

También he tenido la suerte de contar en la Dirección General con unos compañeros y amigos que han constituido un equipo, tanto directivo como de colaboradores, muy cohesionado, altamente profesional e implicado en las tareas que nos habíamos impuesto.

Creo que, como en toda tarea ambiciosa, no se puede decir que mi etapa al frente de la Dirección General de Transporte Terrestre  haya sido un éxito rotundo. Pero ha habido avances evidentes, los retos están claros, los objetivos se hallan marcados en los planes estratégicos, y será una tarea de impulso de las Administraciones de transporte y de los agentes económicos y sociales el llevarlos a cabo y el ir avanzando y marcando hitos.

Para mí, ha sido una labor apasionante, he pasado penas y alegrías, miedos y satisfacciones, logros y frustraciones, pero nunca podré decir que me haya sido indiferente".