La inspección de transportes debería tener un fin reeducador y nunca recaudador, como se deduce de las últimas instrucciones del Ministerio del Interior a la Guardia Civil de Tráfico. Además, la falta de transparencia, la ausencia de coordinación y la existencia de unas sanciones excesivamente elevadas están colocando al sector contra las cuerdas, señala la CETM.
¿Por qué se imponen sanciones tan elevadas por conceptos que no inciden de forma decisiva en la competencia desleal, en lugar de atacar a las empresas que trabajan en la ilegalidad de forma permanente? ¿Por qué no se determinan claramente los marcos de responsabilidad imputables a la empresa, al conductor o a ambos, y poder así exonerar de responsabilidad a aquel que acredite falta de culpa? ¿Por qué son siempre las mismas empresas los principales chivos expiatorios de las sanciones? ¿Por qué no existe esa debida coordinación entre las comunidades autónomas? Todas estas preguntas y algunas más tendrán respuesta en el XIII Congreso Nacional de la Confederación, que se celebra en Murcia entre los días 22 y 24 de septiembre.
