Según el estudio, el corredor Madrid-Levante habrá generado 85.000 empleos en la Comunidad de Madrid en el periodo 2004-2016. De ellos, 40.400 se habrán creado en la construcción de los tramos (que comenzó en 2004) y 44.700 durante los primeros seis años de explotación. Ello habrá supuesto un incremento de la producción madrileña de 13.217 millones de euros y una riqueza de 5.188 millones.
En total, la explotación de la línea generará entre 2011 y 2016 más de 136.000 nuevos empleos en toda España, según el estudio. Sin embargo, en las cifras facilitadas por Fomento no se incluyen estimaciones de los empleos que se perderían en el transporte de viajeros por carretera, producto de los viajeros que perdería el Sector —que Renfe calcula en un 5% para el trayecto Madrid/Valencia— una vez que el AVE Madrid-Levante esté en funcionamiento.
Madrid-Valencia 2011-2016
El estudio señala que, durante la fase de explotación, el 85% de los empleos creados vinculados al AVE a Valencia en la Comunidad de Madrid se concentrarán en el sector servicios. Estos puestos de trabajo surgirán principalmente en empresas de hostelería, restauración, comercio, transporte, servicios públicos u ocio y serán la consecuencia del consumo que genere en Madrid el incremento de los viajeros que aportará la línea. Así, según el estudio, los establecimientos de restauración venderán 2,8 millones de consumiciones más, los museos de Madrid recibirán entre 180.000 y 250.000 visitantes adicionales y se crearán en torno a 300 nuevas licencias de taxi.
La explotación de la línea requerirá mantener también alrededor de 500 empleos anuales relacionados con el mantenimiento, la ingeniería o la tecnología ferroviaria y otros 550 ligados a la prestación de servicios a empresas, como limpieza o seguridad.
El estudio realizado por Accenture recoge asimismo los beneficios medioambientales que generará la puesta en marcha de la línea entre Madrid y Valencia. Se calcula que el AVE evitará la emisión a la atmósfera de 400.000 tn de CO2 durante el periodo 2011-2016, alcanzando una reducción del 30% en 2016, lo que permitirá un ahorro de en torno a 6 millones de euros en la adquisición de derechos de emisión de CO2. Adicionalmente, se conseguirá reducir la emisión de otros gases de efecto invernadero en un 35% a partir de 2016.
Según previsiones de Renfe, el AVE sustituirá el 55% de los trayectos que se realizan en avión entre la capital madrileña y la valenciana, así como el 25% y el 5% de los desplazamientos que se realizan en coche y autobús respectivamente.
Por la sustitución de otros modos de transporte, la introducción del AVE evitará consumir 1.650 GWh entre 2011 y 2016, y supondrá un ahorro del 29% en el consumo de energía en 2016. Ello posibilitará reducir la importación de petróleo en 340.000 barriles al año, con lo que se reducirá en un 4% la dependencia del crudo del corredor y el ahorro de hasta 100 millones de euros en la balanza de pagos, incrementando el uso de energías renovables en un 50% en 2016.
