Por este motivo, la asociación empresarial recuerda que en los casos en que se haya incorporado el cinturón a los vehículos anteriores al año 2008, éstos deben pasar una ITV para certificar que tanto cinturones como anclajes son homologados ya que, si no es así, puede entrañar un grave peligro para la seguridad de los pasajeros. En caso de accidente, las consecuencias con anclajes y cinturones no homologados pueden ser peores que si no se llevase nada, afirman desde Aniacam.
Desde la asociación insisten en que la homologación en el transporte "lo es todo". "Si los dispositivos no están homologados, no son legales y son peligrosos por el simple hecho de que no se han realizado las pruebas reglamentarias", finalizan.