Los filtros eliminan cerca del 90% de las partículas sólidas y más del 60% de los óxidos de nitrógeno, los dos contaminantes procedentes de los vehículos pesados que más afectan la salud de las personas. El resultado es, pues, una disminución muy importante de las emisiones, más allá de los requerimientos de las normativas sobre calidad ambiental.
Los 522 autobuses a los cuales se están aplicando los filtros son los que tienen la calificación Euro II y Euro III (anteriores, al 2005), y representan aproximadamente la mitad de la flota de TMB. Con el accesorio incorporado, pasan en tener un nivel de emisiones entre Euro V y la norma EEV, según las pruebas hechas al laboratorio del Idiada.
TMB ha contratado hasta ahora 460 filtros combinados, a los fabricantes Eminox y Pirelli, con la voluntad de encargar los 62 restantes a principios del año que viene. La previsión es que a finales del 2010 ya habrá 200 autobuses actualizados ambientalmente con la incorporación de los filtros. En abril del 2011 los 522 autobuses tendrán que tener los filtros instalados. El conjunto de la actuación tiene un coste total de 7,83 millones de euros y cuenta con el soporte de Gas Natural Fenosa.
El proyecto de actualización ambiental de la flota diésel tiene el origen en el Decreto 152/2007 del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, que contiene el plan de actuación para la mejora de la calidad del aire en los municipios metropolitanos, declarados zonas de protección especial del ambiente atmosférico. Entre otras medidas, se establecía la necesidad de reducir las emisiones de los autobuses y camiones que circulan por el área metropolitana, para que cumplan al menos la norma Euro IV.
Ochenta coches más de gas natural comprimido el 2011
Junto con la instalación de filtros, TMB ha emprendido otras acciones para modernizar ambientalmente la flota de autobuses, que van más allá de lo que marca la normativa, como la sustitución de 80 vehículos diésel por un número idéntico de vehículos de gas natural comprimido, que llegarán en Barcelona los primeros meses del 2011. Se alcanzará así a la cifra de 376 coches de gas natural comprimido (35% de la flota). Son buses excepcionalmente limpios, ya que cumplen la especificación internacional EEV.
Por otro lado, continúa la conversión de la parte más moderna de la flota diésel en autobuses híbridos, mediante la incorporación de motores eléctricos, una operación que permite reducir cerca del 20% las emisiones y los consumos de carburante. El proyecto Retrofit pretende reconvertir 80 coches en híbridos, que también podrán ser reconocidos como EEV, al igual que los híbridos adquiridos como vehículos nuevos.
El objetivo de disponer de una flota de bus respetuosa con el medio ambiente y contribuir así a la mejora de la calidad del aire del área metropolitana de Barcelona se encuentra ahora recogido en el Plan Director de Sostenibilidad Ambiental, que se presentó la semana pasada. Este plan estratégico, aprobado recientemente, reafirma la apuesta de la compañía por la sostenibilidad, por otra parte inherente a su actividad.
