El transporte público es abierto, fácilmente accesible sin reserva previa, y utilizado por millones de personas a diario. Tales características son la base para la eficiencia del transporte público y, de paso, también para la eficiencia de la sociedad urbana moderna. Alguna medida de seguridad debe respetar estos prerrequisitos.
Las recomendaciones apuntadas por la Comisión de Seguridad de la UITP se enfocan sobre cómo la seguridad puede ayudar a los operadores de transporte público y a los accionistas a incrementar su reantabilidad, gracias a un servicio más seguro y más atractivo. Haciendo de la seguridad un asunto de máxima prioridad e invirtiendo en ella, se pueden alcanzar potenciales beneficios económicos.
La posición de la UITP sugiere un concepto de seguridad basado en la asunción del riesgo, y el equilibrio entre las medidas basadas en el factor humano, los procedimientos y la tecnología, con el fin de hacer frente a las amenazas de la seguridad.
Apoyando estas recomendaciones, UITP ha elaborado una guía de conducta al respecto, y el primer programa de formación sobre riesgos de máxima seguridad, y respuesta ante situaciones de emergencia.
Respuesta adecuada
Geoff Dunmore, director de seguridad operativa del Metro de Lonfres, y presidente de la Comisión de Seguridad de UITP, subraya las conclusiones de esta posición oficial: "No hay una ‘bala de plata’ para prevenir el terrorismo ni otras amenazas, y por eso es importante responder en la dirección proporcionada. Debemos continuar prestando un servicio público esencial de transporte para mantener a nuestros ciudadanos y nuestras economías en movimiento. El transporte público se mantiene como el modo de transporte más seguro".
Mejorar la excelencia en seguridad es un requisito indispensable para lograr el ambicioso objetivo que se ha fijado la UITP, de duplicar la cuota de mercado del transporte público en 2025.
