El proceso se inició en 2009, en el Departamento de Calidad y Medio Ambiente de la empresa, cuando se decidió implantar el Reglamento Europeo EMAS como un paso más en la apuesta de Tussam por el medio ambiente, con la intención de llevar a cabo la actividad de acuerdo a un código de buenas prácticas destinado a minimizar cualquier impacto negativo sobre el medio.
Con este Reglamento Europeo se trata de dotar de un instrumento y ponerlo a disposición de las organizaciones que, de forma voluntaria, deseen evaluar y mejorar su comportamiento ambiental, así como difundir la información pertinente relacionada con su gestión al público y a otras partes interesadas.
El proyecto de implantación ha tenido varias fases, comenzando con una formación destinada a todo personal directamente implicado. Posteriormente, se llevó a cabo una exhaustiva revisión de las instalaciones, comprobando in situ el estado de adecuación de las mismas respecto a la legislación ambiental de aplicación. Con esta información se definieron nuevos indicadores ambientales que permiten evaluar mejor la actividad de la empresa y establecer objetivos más reales destinados a la minimización de los impactos ambientales.
Finalmente, el proceso se ha culminado con la elaboración de una Declaración Ambiental, reconocida como válida por AENOR el pasado 27 de septiembre.
