La demanda de servicios de reparación de un parque automovilístico que envejece ha logrado frenar la enorme caída que se ha producido en operaciones de mantenimiento, cercana al 25 por ciento. Sin embargo el panorama preocupa a Conepa, que alerta sobre los efectos que esta tendencia a “ahorrar” en revisiones periódicas de los coches pueda tener en la seguridad vial.
Según los datos de la federación, representante de 14 asociaciones en las que se integran unos 10.000 talleres, el censo global de empresas, cercano a los 50 mil puntos de servicio, puede haberse reducido en 2010 en torno al 2 por ciento. Los cierres por motivos económicos o jubilación han afectado a cerca de 2.000 empresas (un 4 por ciento del total), pero el impulso de nuevos emprendedores,
muchos de ellos procedentes de los talleres que han cesado en su actividad, ha compensado aproximadamente el 50 por ciento de las bajas con nuevas aperturas.
La demanda de servicios de taller, débil durante los tres primeros meses del año, registró una mejora sensible durante abril y mayo, período en el que la actividad de los talleres se animó. Sin embargo, la tendencia se quebró durante junio, una época tradicionalmente positiva por la incidencia de revisiones previas al verano. En julio los talleres trabajaron bien, aunque sin lograr compensar las expectativas globales del verano. El comienzo del otoño animó levemente el flujo de coches hacia las empresas del sector, pero los dos últimos meses del año han vuelto a registrar una considerable caída de la demanda en relación a ejercicios anteriores.
Los sectores de vehículo industrial y motocicletas sufren algo menos que el de los turismos. Además, son los servicios de reparación y mantenimiento ligados a marcas de automóviles los que mayor destrucción de puestos de trabajo han registrado.
