"Los problemas del mundo del transporte profesional por carretera, a mayores, se acumulan y agravan; en esencia, todos se resumen en dos: menos trabajo y a menor precio. Pero hay un elemento todavía más directo y contundente que golpea con fuerza contra la viabilidad de nuestras empresas: la subida constante del precio del gasóleo. Repostar los depósitos de nuestros camiones y autocares, a fecha 17 de enero de 2011, nos cuesta a los transportistas en una gasolinera cualquiera de Segovia 1,20 euros/litro, lo que supone un incremento superior al 20% respecto al precio del año pasado por estas fechas (0,9613 euros/litro) y mucho mayor incluso que el de hace dos años (0,8646 euros/litro).
Con todo lo que está cayendo, la subida del precio de los carburantes ‘acogota’ todavía más la posibilidad de hacer rentables muchos de los portes. Y como estamos avalando nuestros argumentos con cifras y datos, recordamos que la última gran crisis del Sector, con la consiguiente huelga, se produjo en el verano del año 2008, cuando el precio del gasóleo subió hasta los 1,30 euros/litros. Si no se corrige a la baja el precio del combustible en las estaciones de servicio, es bastante probable que el transporte profesional por carretera se vea abocado a un nuevo conflicto.
Mal momento para una nueva huelga que casi nadie —con un poco de cabeza— desea. Consciente de la grave situación a la que se encamina el Sector, Asetra ha transmitido a sus organizaciones nacionales Cetm y Asintra la preocupación del transporte segoviano y la imperiosa necesidad de frenar esta escalada irracional de precios. Y la calificamos de irracional porque no se corresponden, en absoluto, los precios en las estaciones de servicio con los de las cotizaciones del petróleo.
Muchas veces nos hemos formulado la eterna pregunta: ¿por qué cuando sube el petróleo lo hace también de manera inmediata el gasóleo?, y ¿por qué cuando el petróleo baja no se traduce en las gasolineras en la misma proporción? En la mente de todos está que la culpa es de las grandes distribuidoras en España, que han diseñado un mercado de los carburantes en régimen de monopolio, garantizándose de antemano unos márgenes de hasta 10 céntimos por litro.
Contra las petroleras
Seamos más claros. "El precio final del gasoil lo deciden Repsol, Cepsa y BP"; no es un argumento particular ni gratuito, pues así lo define el propio asesor jurídico de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES). De hecho, la Comisión Nacional de Competencia (CNC) sancionó el pasado mes de julio de 2010 a las tres compañías con una multa de 7,9 millones de euros por prácticas monopolísticas. La sentencia todavía no es firme, pero la Audiencia Nacional ya les ha pedido avales a las tres compañías, en espera de que la sentencia sea definitiva.
7,9 millones de euros es una multa importante, si es que al final la pagan, pero seguramente ya la tienen más que amortizada. ¿Y a los verdaderos perjudicados por estos precios ilícitos, quién nos compensa? Perdemos demasiado tiempo hablando de planteamientos macroeconómicos sobre la crisis global y nos olvidamos de afrontar otros problemas cercanos que nos golpean muy duro cada día. Alguien tiene que meter en cintura a las tres grandes petroleras que operan en España, alguien tiene que poner freno a esta nueva escalada de precios del gasóleo. En caso contrario, el conflicto está servido".