Según DBK, el crecimiento de la comercialización de vehículos eléctricos ha estado limitado hasta ahora por una serie de barreras todavía no superadas, como su alto precio, la reducida autonomía de las baterías y la escasa implantación de infraestructuras de recarga.
Entre 2011 y 2014 se prevé el lanzamiento de numerosos modelos por parte de las principales marcas de automóviles que se puede ver favorecido por las medidas incentivadoras de la compra ofrecidas desde el sector público, así como por las iniciativas de colaboración para el desarrollo de infraestructuras de recarga, la provisión de baterías y el suministro de energía.
Las previsiones, según DBK, apuntan a un período de crecimiento moderado de las ventas hasta 2015, y que se inicie desde entonces un despegue a medida que se consolide la comercialización masiva de este tipo de vehículos. Así, para 2014 se estima un parque de automóviles eléctricos (turismos y vehículos comerciales) de 50.000 unidades, que podría llegar a las 600.000 unidades en 2020.
Las grandes flotas, tanto de administraciones públicas como de empresas, constituyen los principales clientes y se prevé que en 2014 todavía concentren el 95% del total. La tendencia de disminución de los precios, que previsiblemente se iniciará a partir de 2015, favorecerá un incremento de la cuota de los clientes particulares.
