La medida tendría como objetivo mejorar la seguridad vial en las ciudades y disminuir el número de atropellos a los peatones. Aproximadamente 900 peatones pierden la vida cada año en accidentes de tráfico en nuestro país.
Como apunta el presidente de CNAE, José Miguel Báez, "los estudios demuestran que cuando el atropello se produce a 32 km/h hay un 5% de probabilidades de que sea mortal, pero si el vehículo dobla esa velocidad, alcanzando los 64 km/h, dicha probabilidad aumenta hasta el 85%". Estos índices aumentan si hablamos de niños pequeños o de personas mayores. En estos casos las precauciones deben ser extremadas puesto que los ancianos ven y oyen menos y se mueven con mayor dificultad, mientras que los niños prestan poca atención pueden reaccionar de modo imprevisible y tienen dificultades para distinguir por el sonido la distancia a la que se encuentra un vehículo que se aproxima. Además, su ángulo de visión es más limitado que el de los adultos (hasta los dos años es de 80º y hasta los seis es de 110º, mientras que el de los adultos es de 180º) y por otro lado, debido a su corta estatura ven menos y son menos visibles.
