"En principio, no debería afectar en casi nada a los servicios de distribución", comenta Genescá a NEXOTRANS.com, "porque las redes están tan capilarizadas, que los ajustes son mínimos. Otra cuestión es la relativa a las rutas, sobre a las nocturnas, que circulan entre grandes ciudades por este tipo de vías".
De hecho, estas rutas han tenido que modificar su planificación, "adelantando sus horarios de salida, con el ajuste necesario en cada caso. Esto repercute, de la misma manera, en toda la red que aprovisiona a las centrales, porque la hora de cierre de entregas para ellos también se modifica".
Sobrecostes
Y, lo peor de todo para el presidente de AEM, es que "todo esto supone un sobrecoste para la empresa. Lo que no llegue a tiempo para ser cargado en las furgonetas, se debe enviar por avión (al menos entre las ciudades que tienen dicho servicio), y ese coste extra no se puede repercutir al cliente. El objetivo es tener que utilizar la carga aérea lo menos posible, porque se nos cobra por kilos".
Con este nuevo sistema, "salen perjudicadas las provincias que están más lejos de Madrid, pero no podemos hacer otra cosa", matiza Genescá.
En otro orden de cosas, la actualidad de las mensajerías en nuestro país "pasa por la necesaria reforma de la LOTT a la que obligan los reglamentos comunitarios. Además, los operadores hemos mantenido esta semana una reunión con el nuevo director general de Fomento, que teníamos pendiente, y hemos dejado claro que tenemos una posición consensuada entre todos nosotros", concluye el presidente de la AEM.