El análisis de lo que está pasando en otros países sirve para poner en relieve las peculiaridades del sistema concesional español —sobre el que no abunda la literatura’ al respecto, pese al interés que genera— así como algunas lecciones a extraer. Después de ofrecer un repaso por los tipos de mercado que existen en Francia, Alemania, Portugal, Holanda, Reino Unido, Suecia, EE.UU. e Italia, García Pastor destacó la importancia de tener claro que tanto los mercados regulados como desregulados pueden ser abiertos o cerrados a la competencia; o, dicho de otra manera, que la regulación o desregulación vienen definidas por la autoridad que dirige la iniciativa (el mercado o la Administración) y no por el nivel de competencia. Así, se puede optar por abrir el mercado a la competencia o cerrarlo, encontrándonos con que países que han optado por modelos teóricamente desregulados (como Italia o Portugal) tienen unas barreras de entrada que, en la práctica, implican un mercado cerrado.
Las ventajas del sistema español frente a los otros tipos estudiados también fueron objeto de profundo análisis. Cabe destacar los siguientes:
- Precios inferiores
- Se garantiza una mayor accesibilidad territorial (Al disponer de una menor oferta ferroviaria es el autobús "el que se ha erigido como garante de la movilidad y accesibilidad a cualquier pueblecito perdido de las Comunidades Autónomas. En otros casos estos destinos se han abandonado", reflexionó García Pastor).
- Flotas más modernas.
- Servicio de mayor calidad.
- Facilita la información y permite una mayor transparencia del mercado.
- Permite mantener el control de la Administración.
- Mejora las condiciones de la competencia.
Los retos del sector
El tercer apartado del libro destaca los aspectos a mejorar del sistema, una vez establecidas sus ventajas. Como ámbitos de mejora se han identificado tres (operadores, política de transporte y marco regulatorio), detallándose en cada uno de ellos una serie de propuestas o necesidades, como una mayor concentración empresarial a través de sinergias e internacionalizaciones, una nueva fórmula de revisión de tarifas o una mejor coordinación entre los servicios ferroviarios y la carretera. "La separación modal que tenemos en la cabeza tiene que dejar de existir. Es necesaria una integración", comentó García Pastor.
A modo de conclusión, el documento, que define al modelo concesional como "una herramienta útil" y acertada para regular la provisión de un servicio público en nuestro país, anima al mismo tiempo a plantearse un escenario en el que existan otras variables, como un sistema que otorgue una ponderación más alta a las tarifas (ítem al que actualmente se le atribuyen 10 puntos sobre 100). "El modelo concesional permite dar mayor importancia al precio o a otros atributos y éste es un tema de reflexión importante. Ahora, que se priorice la calidad hace que se tienda a un servicio cada vez más moderno y adaptado al ciudadano", acotó García Pastor. Precisamente lo que ocurre en nuestro país.