Francisco Aparicio, director del Insia, abrió la jornada como anfitrión, indicando que la institución lleva desde los años 80 investigando para mejorar el transporte de los menores en autobús. "Razones de rentabilidad empresarial hacen que no existan vehículos exclusivos para el transporte de menores, y que se conceda preferencia a la seguridad de los adultos. Además, los niños conllevan complicaciones, debido a la diversidad que presentan de edades, pesos y tamaños, pero es algo que tenemos que abordar de inmediato", declaró Aparicio.
A continuación, Paula Bouzada, responsable del Proyecto y perteneciente a la División de Transporte Interurbano de Alsa, fue la encargada de detallar lo que significa Pequebus, apuntando que "arrancó en 2009 y esperamos que finalice el próximo mes de junio. El transporte de menores es mucho más que un mero servicio escolar. En muchas ocasiones, los usuarios no encuentran una oferta suficiente para dejar el coche en casa, hecho agravado en las ciudades y su entorno", añadiendo que "además, no existe una homologación específica al respecto, encontrándonos con bastante indefinición normativa. No existen soluciones técnicas para los niño menores de cinco años".
Las fases del proyecto
Pequebus es un proyecto que consta de ocho fases, encontrándose actualmente en la sexta. Se han llevado a cabo análisis de normativa y estudios científicos, en colaboración con Insia, y de las sillitas y butacas que hay en el mercado, tras los cuales se detectaron cuatro posibles opciones para transportar a los menores. Finalmente, se optó por una butaca de Fainsa con cinturón de tres puntos y tres alturas regulables, que serviría para los menores del grupo II, a la que se acopla una silla de Jané, modelo Strata, para los menores del grupo 0 y 0+, y otro dispositivo de Jané, el Exo, para el grupo I, entre nueve meses y tres años, aunque lo normal es que se aplique uno y otro en función del peso del menor.
Todo esto se incorpora en un chasis MB 818D con carrocería Salero de Ferqui, que en principio tenía 26 plazas, pero que tras las pruebas pertinentes, se vieron reducidas a 22 por la necesidad de ampliar la distancia entre asientos en aras de la seguridad. Ferqui aportó una estructura idéntica a la de su carrocería para los ensayos en Insia, y luego corrió a cargo de la extensión de su homologación para ser utilizada en operación.
El servicio prestado se basa, según Bouzada, en su adaptación a padres y niños, desde la óptica de la seguridad, la comodidad y el respeto al medio ambiente. "Comodidad porque se trata de un servicio muy flexible, que siempre está atendido por profesionales acompañantes que cuentan con formación específica tanto de los sistemas de retención infantil como sobre el vehículo. El entretenimiento a bordo está adaptado a la edad de los usuarios (con dos opciones), y el vehículo dispone de botiquín, cambiador de pañales, calienta biberones, maletero para que los padres puedan dejar las sillitas de los niños…".
En cuanto a la seguridad, se utilizan sistemas de retención homologados, y a cada usuario se le adjudica una tarjeta con todos los datos, el peso (muy importante), los teléfonos de contacto de las personas que podrían recogerle, alergias…). Además, la flota lleva incorporada GPS, por lo que, a través de Internet, los padres pueden saber en cada momento dónde está el vehículo que transporta a su hijo. "Y, por lo que respecta al medio ambiente, al llevar 22 plazas estamos quitando seguramente 22 turismos de la circulación", concluyó Bouzada. La intención de Alsa, que ha recibido muchas peticiones de vehículos para entrar en servicio, es extender el Pequebus y ampliarlo, en la medida de lo posible y con las pertinentes modificaciones, al transporte interurbano.
