La Comisión Europea ha comenzado a investigar el nuevo servicio de autobuses en Malta, ya que el gobierno maltés ha jubilado los característicos autobuses amarillos del país, que con el tiempo se habían convertido en atracción turística. La empresa Arriva, que lleva a cabo el nuevo servicio, no sólo ha modernizado la flota de autobuses (ahora de color turquesa), sino que prevé una nueva estructura de precios por la cual se cobraría de manera distinta al ciudadano maltés y al turista.
De este modo, según Fenebus, el nuevo sistema permitiría cobrar un 40% más del precio del billete a aquellos usuarios que no tuvieran carnet de identidad de Malta. Las alarmas ya han saltado en la Comisión Europea y se ha iniciado una investigación. El comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, ha anunciado que la Comisión Europea ha contactado con las autoridades maltesas para requerir más información en este asunto. Sin poder desvelar la opinión de la Comisión hasta que se procese toda la información y se culmine el análisis del asunto, Kallas sí aseguró que la Comisión velará porque el sistema de precios del autobús no sea discriminatorio y resulte proporcionado de acuerdo con el Tratado y las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE. Por su parte Austin Gatt, el ministro maltés de Transportes, afirmó en público que "aquellos turistas que no puedan permitirse abonar 12 euros por utilizar el autobús (lo que viene a ser el precio que se cobraría al turista con el 40% extra), deberían hacernos un favor y no venir a Malta".
