El Scala es un vehículo nacido de las demandas de los clientes del carrocero. "Sabíamos que era un tramo de la gama que no teníamos bien cubierto y que había una cierta expectativa en el mercado", comenta a NEXOBÚS Pedro Cotera, director comercial de Tata Hispano. "Así como tenemos un vehículo VIP, como es el Naya, y luego el Xerus, que cubre perfectamente cualquier servicio discrecional, se demandaba un vehículo sobre todo para líneas regulares, en las cuales no es necesaria una altura muy grande pero sí se requiere la máxima capacidad de maletero posible, así como una altura lo más contenida posible, sobre todo por el tema del consumo", continúa.
Pensado inicialmente como un proyecto de hacer un Xerus bajo, la marca aragonesa se dio cuenta de que había criterios de funcionalidad, de uso diario, de problemática con la maquinaria de ticketing que no estaban bien resueltos. "Nuestros clientes no encontraban que hubiera una solución de mercado que los dejara satisfechos", explica el director comercial . "A partir de allí lo que iba a ser un proyecto muy continuista rompió y se incorporaron algunos cambios que han hecho hasta que nos hayamos decidido a darle un nombre distinto y generarle su propia personalidad al producto".
Otro elemento que destacan desde Tata Hispano es la versatilidad de este vehículo, que, en un caso de emergencia, puede valer igual para largas distancias. "Es impresionante lo que hemos conseguido en 3,45 de altura", reflexiona Cotera. "Estamos todavía en periodo de homologación pero la capacidad del maletero ronda los 10 m3. Además, por la tecnología que tenemos de construcción, al hacer un semiautoportante en el cual el techo sustenta a la carrocería, no hay ningún tipo de tirante cruzado ni de interferencia, que es una marca de la casa, y todo ello además en un peso contenido. También hemos dado, de cara a la larga distancia, una inclinación de la luna unos grados superior a la del Xerus, para darle un poco más de aerodinámica al coche, y hemos trabajado también toda la zona del morro frontal tratando de generar una mordiente aerodinámica para que baje el consumo. La trasera tiene líneas muy redondeadas para ayudar también a meter aire en la parte trasera", señala.
Optando por la practicidad, todas las punteras (esquinas) de paragolpes, tanto las delanteras como las traseras —que suelen verse muy dañadas en las estaciones de autobuses— son intercambiables, a diferencia del Xerus, que vienen integradas en la carrocería. Comparte las ópticas delanteras con el Xerus. Se ha hecho menos rejilla y se ha dado ahí otro punto desmontable del paragolpes, para casos de impactos frontales. Además, estrena los que van a ser los nuevos espejos del Xerus. Se han quitado todas las curvas supletorias que no le aportaban algo al coche, lográndose un lateral de fácil mantenimiento. También se ha cuidado la integración de los pilotos traseros, que están muy protegidos dentro del poliéster, procurando que no haya posibilidad de impacto en el piloto. Finalmente, se ha incorporado una trampilla trasera en aluminio de fácil recambio, siempre intentado "que el tiempo de inmovilización sea el mínimo posible", resume el director comercial de Tata Hispano.
Interior
En el interior del Scala también se han aplicado criterios novedosos, como por ejemplo que en el salpicadero hay una parte desmontable, que puede integrar la maquinaria de ticketing. La idea es doble: Por una parte, que quien utilice el vehículo en una línea regular con una máquina de ticketing pueda —si la máquina es pequeña o desmontando solamente la parte superior— volver a colocar el cobertor en el salpicadero y que quede completamente integrado, como si no fuera un vehículo de línea regular, "para que los fines de semana pueda hacer un colegio, un equipo de fútbol o lo que sea", reflexiona Cotera. Por otra parte "toda la posición de la maquinaria de ticketing, que afea tanto los coches, que deja agujeros y manchas en el salpicadero, todo eso va a quedar tapado por el cobertor, y en la segunda vida va a tener una mejor introducción y venta ".
Tata Hispano ha hecho una apuesta por un cambio de colores. Además, se ha hecho la delantera muy compacta y cerrada, para aumentar la protección contra los impactos y eliminar ruidos, con lo cual la nevera se ha vuelto a situar al lado de la butaca de guía. El resto del vehículo, tanto en calidades como en materiales, es muy parecido a un Xerus, salvo en la opción de los colores.
Desarrollo en tiempo récord
El carrocero zaragozano se puso a trabajar en la idea del Scala después de la FIAA del año pasado, "pero trabajando en serio llevamos desde marzo. Como todo nuestro desarrollo se realiza en 3D, eso nos permite una mayor agilidad a la hora de realizar cambios y diseños. Además, tampoco partíamos de cero sino que teníamos parte de la herencia del Xerus (como la caja de resistencia estructural), con lo que el tiempo de desarrollo ha sido récord. Prácticamente este tiempo lo ha marcado más el desarrollo de los componentes más complejos, como puede ser la luna parabrisas, porque ahí ya no hay ni maquinarias ni medios que permitan desarrollarlos en menos semanas", señala el director comercial de Tata Hispano.
Con una altura de 3,45 m. y una anchura de 2,55, el vehículo cuenta con tres longitudes: 10,98, 12,98 y 15 m, ofreciendo una capacidad de entre 55 y 59 plazas. Homologado para clase III y cumplimiento de las normativas vigentes, cumple asimismo con la resistencia estructural según Reglamento 66.01.
