Según CC.OO., la postura de la patronal en las diferentes provincias es la de utilizar la reforma de la negociación colectiva para dejar a trabajadoras y trabajadores sin marco de referencia en los comités y promover acuerdos en el seno de las empresas, lo que dejaría un sector desregulado y abierto a convenios de empresa por debajo de las condiciones actuales, forzando jornadas superiores a las ocho horas actuales a capricho del empresario y las circunstancias de producción, y a salarios más cerca del salario mínimo interprofesional que de las actuales tablas. Cualquiera de las condiciones actuales sería susceptible de negociación: antigüedad, nocturnidad, flexibilidad en la jornada y jornada anual, dietas, salarios o permisos.
"La falta de acuerdo aboca —según CC.OO.— a la clase trabajadora a las asambleas, que han finalizado sin más alternativa que la huelga. La parte social ha estado abierta a negociar, incluso rebajando la plataforma inicial, en aras de un acuerdo global, siendo conscientes de la situación complicada de algunas empresas, pero aún así las direcciones empresariales han tomado un camino de asfixia para la negociación y para las condiciones actuales de las plantillas, con la pretensión de dejar un sector precario".
CC.OO. dice que "el objetivo del conflicto se basa en el mantenimiento del convenio como marco regulador, y no dejar abierta la puerta a la extinción del convenio". Desde UGT recuerdan que "existe un marco general de ámbito estatal para la negociación del convenio de transporte de mercancías por carretera que puede, y debe, ser mejorado en ámbitos inferiores (como el territorial). Sin embargo, las patronales de mercancías de los citados territorios están bloqueando la negociación de los convenios de su ámbito".
