En los 11 primeros meses del año, la recaudación por impuesto de matriculación sumó 444,67 millones de euros, lo que supone una fuerte caída del 24,8% en comparación con el mismo período del ejercicio precedente. De esta forma, la recaudación por este impuesto en el conjunto de 2011 será inferior al mínimo de 1996, cuando la cifra alcanzó 679 millones de euros (116.000 millones de las antiguas pesetas) y además será más bajo incluso que en 1993, cuando el importe fue de 697 millones.
Los factores que explican esta abrupta caída de la recaudación son de distinta índole, si bien el principal estriba en la crisis del mercado automovilístico, en el que las matriculaciones se han reducido a la mitad desde el comienzo de la crisis. De hecho, la base imponible declarada por los compradores de coches nuevos en los 11 primeros meses de 2011 cae un 15% respecto a 2010, hasta situarse en 10.740 millones de euros.
No obstante, la pérdida de recaudación es también consecuencia de la orientación de la demanda hacia coches más pequeños, más baratos y más eficientes, que están exentos del impuesto de matriculación o tributan a un tipo del 4,75%.
