A pesar de todo nuestro esfuerzo, existen aspectos concretos con los que no hemos quedado satisfechos. Por ejemplo, el plazo de duración de los contratos, excesivamente corto para cumplir eficazmente un servicio público esencial, que además limita la capacidad del empresario para impulsar el desarrollo del servicio; luego los posibles descuentos tarifarios que puedan alcanzar hasta el 10% de las tarifas vigentes en el momento del concurso, las exigencias de calidad para el material móvil, y sobre todo lo más importante para el concesionario actual, es la garantía de subrogación del nuevo adjudicatario en el material y trabajadores que venían prestando el servicio con el anterior concesionario. Después, hay que mencionar el nuevo Reglamento 561 que regula los tiempos máximos de conducción y mínimos de descanso, perjudicando seriamente a las empresas del Sector, no sólo por las reducciones de los tiempos de conducción y los incrementos de los descansos y pausas, sino por la inflexibilidad que introduce en un Sector que fundamentalmente se caracteriza por su necesaria movilidad y flexibilidad para poder adaptarse en cada momento, a los servicios que exigen los clientes.
Por otra parte, FENEBUS, ha reiterado a la Administración de Transportes española nuestra actual posición en Europa, con un proyecto de Reglamento de Obligaciones de Servicio Público, a punto de publicarse, y con una falta total de reciprocidad entre las normativas de transportes de los estados miembros; por eso, considerábamos más oportuno esperar a la publicación de esta normativa y a la adopción de los mencionados criterios de reciprocidad antes de abrir el periodo concursal.
Mal momento para el cambio
El sector pasa por unos momentos complicados, no solo a nivel de operadores nacionales sino también regionales o autonómicos. Posiblemente, como ya comentamos anteriormente, las empresas no están preparadas para enfrentarse a un proceso de renovación de las concesiones a través de nuevos concursos, como el que se avecina; pero la realidad es la que es y tenemos que asumirla. Confiamos que, la Administración sabrá valorar oportunamente el esfuerzo que varias generaciones empresariales han hecho por este sector para mantener las empresas y mejorar los servicios que realizan y en particular, esperamos que las Administraciones autonómicas sigan siendo realistas y sensibles a la necesidad de mantener el equilibrio económico de las concesiones de su competencia, como garantía de continuidad de los servicios. Respecto a las disposiciones dictadas, además del ROTT al que ya nos hemos referido anteriormente, tras una negociación de dos años, FENEBUS ha firmado un Protocolo de criterios a tener en cuenta en los futuros concursos del Ministerio de Fomento, que, aunque no nos satisface plenamente, sí le reconocemos importantes avances, si lo comparamos con los primeros borradores utilizados.
