La UTE se suma así a otras empresas que han comunicado medidas semejantes al Govern, , al verse imposibilitadas económicamente para hacer frente a los gastos de explotación de la concesión.
El tema no podía dejar de tratarse en la asamblea celebrada el pasado lunes en la Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT), que confirmó la precaria situación en la que se encuentran algunas de las empresas concesionarias del transporte regular. Ahora, durante el encuentro se estableció que el cese de actividad solo puede producirse si se acumulan cuatro meses de impagados por parte del Ejecutivo balear, algo que solo ocurre con una la flota de Transabús que cubre la ruta de Andratx, Calvià y Palma–.
El gerente de la FEBT, Salvador Servera, indicó que el Govern comenzó a recuperar en enero los pagos mensuales, por lo que de mantenerse estos ingresos a finales de este mes y en marzo, como se ha prometido, no habrá margen para la movilización.
Aún así, Servera lamentó que desde el Ejecutivo balear siga sin facilitarse un calendario de pagos, pese a "las numerosas entrevistas y gestiones telefónicas mantenidas los máximos responsables de Dirección General de Transportes, la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient i Territori y con el propio presidente del Gobierno de las Islas Baleares", por lo que se volverá a solicitar una reunión durante esta semana para abordar este problema.
Un aspecto que se destacó es que ya se ha producido un auto de un juez en otra comunidad autónoma en la que se obliga a la Administración a abonar las facturas pendientes a las empresas, por lo que ésta se estudiará para analizar las posibilidades de que se aplique en Balears, llevando este tema a los Tribunales.
4.300.000 euros
Según una nota publicada por la FEBT en su web, el impago se mantiene desde el mes de julio y la cantidad adeudada a las empresas concesionarias del transporte regular de pasajeros asciende a más de 4.300.000 euros. Además, la federación agrega que "as empresas concesionarias han estado financiando con recursos propios durante este medio año los gastos generados por su actividad, entre los que destacan las nóminas de sus trabajadores, la adquisición de carburante y el mantenimiento y amortización de los vehículos".
"Esta situación insostenible, en la que las empresas concesionarias están agotando sus recursos propios, mientras hacen esfuerzos titánicos por seguir prestando sus servicios, podría provocar en breve situaciones de colapso derivadas del paro forzoso de algunos vehículos", advierte.
