Entre las medidas aprobadas destaca la puesta en vigor del ‘céntimo sanitario’, estableciendo un gravamen de 4’8 céntimos por litro, el cual será soportado en más de un 70% del sector del transporte por carretera, con el que se estima recaudar más de 140 millones de euros anuales.
Asimismo la Ley introduce el sistema de devolución del impuesto para los transportistas de todas las especialidades del transporte (camiones, autobuses y taxis) siguiendo el ejemplo de la medida aprobada el pasado mes de enero por la Comunidad Valenciana, pero a diferencia de ésta última —que acordó proceder a la devolución íntegra del impuesto recaudado a dicho colectivo—, la ley de Castilla y León sólo prevé la devolución parcial del mismo, en concreto del 50%.
Ante esta situación, desde Fenadismer señalan "la poca sensibilidad del gobierno castellano y leonés por la defensa del sector profesional del transporte por carretera, configurado en más de un 85% por autónomos y microempresas, los cuales atraviesan una situación económica muy compleja motivado por la actual situación de disminución de la actividad debido a la crisis, y agravada por el nivel de precios del gasóleo, actualmente en máximos históricos."