José Castro Suárez recibió una placa conmemorativa con los anagramas de la cuatro empresas en nombre de todos sus trabajadores, tras el transcurso de nada más y nada menos que seis décadas al frente de la compañía que engloba a las carroceras: Carrocera Castrosua (de Santiago de Compostela), Castro Carrocera, CARSA (de Vilagarcía de Arousa), Insular Carrocera, INSUCAR (de Las Palmas de Gran Canaria) y Castro de Inversión y Desarrollo, CIDSA (de Santiago de Compostela).
El homenaje contó con la presencia de los miembros de los Consejos de Administración de la cuatro empresas del Grupo: José Castro Suárez, presidente fundador del Grupo de Empresas Castrosua y los consejeros Beatriz Castro García, Carlos, Juan Luis y Eduardo Javier Castro Rodríguez, Antonio Barreiro Bravo y Manuel Martínez Randulfe. Laa mesa presidencial estuvo formada asimismo por José María González Cibes, presidente del comité de empresa de Castrosua; Juan Garabatos Lemos, secretario del comité, Eduardo Dorrío Fernández, presidente del comité de empresa de Carsa, Rafael Bueno Piñeiro, secretario del comité de empresa de Carsa, Francisco Ferreiro Vázquez, representante de los trabajadores Cidsa y José Luis Baez Cardona y Manuel Oliveira Do Río, apoderados de Insucar.
Juan Luis Castro Rodríguez, en representación de los Consejos de Administración, realizó una pequeña semblanza de José Castro desde sus difíciles comienzos, hasta la actualidad, recordando la inestimable colaboración de toda la familia Castro en este proyecto empresarial en el que ya confluyen tres generaciones y realizando una mención especial a Josefa Rodríguez, esposa de José Castro. Al finalizar el discurso Juan Luis Castro le entregó un busto realizado en bronce.
Un proyecto de todos
Para finalizar e inmerso en un emotivo discurso, José Castro, que fue recibido por los miembros de la coral de Castrosua, agradeció a todos los presentes y a los que no pudieron asistir, las muestras de cariño y afecto mostradas y recordó que este proyecto empresarial no podría haber llegado a buen término sin el esfuerzo diario y la colaboración de todos los trabajadores.