Cartour es una compañía que está en el mercado desde 1981, tiene su base en Madrid y delegaciones y colaboradores por todo el territorio nacional y se dedica sobre todo al discrecional turístico (en España y hacia Europa), aunque también presta servicios a excursiones, congresos e, incluso, alguna ruta de transporte escolar. Actualmente, dispone de una flota de 47 unidades, desde micros hasta autocares de 15 metros, en su práctica totalidad de la marca Irisbus Iveco.
El pasado viernes, Cartour presentó en su base las cinco últimos unidades que se han incorporado a dicha flota, tres autocares de tres ejes carrozados con el modelo i6 de Irizar sobre chasis Iveco (dos de 14 metros y una de 15), una de 10,2 metros con carrocería Noge Touring, y una quinta con carrocería Wing, de Indcar, y capacidad para 28 personas. Las cinco, que renuevan la flota para reducir su edad media, cuentan con los últimos avances en tecnología y seguridad, y con motores que cumplen con la certificación EEV.
Nuevas oficinas
Pero además, el operador aprovechó la jornada para inaugurar oficialmente la ampliación de sus oficinas. Luis Angel Pedrero, director de Cartour, comentó que “se han construido en alto para mantener el espacio de la campa, donde aparcamos vehículos en temporada baja, y para que debajo se siga ubicando el lavadero, optimizando así el espacio”. Sus 400 metros cuadrados albergan cuatro despachos para reuniones y un amplio espacio común, en el que el presidente del grupo, José Miguel Pedrero, expresó su orgullo por “poder inaugurar estas oficinas, que nos hacían falta y que han sido un sueño para mi en los últimos años. Además, nos ha permitido crear dos nuevos puestos de trabajo, lo que en estos tiempos siempre es una buena noticia”. En Cartour trabajan ahora 66 personas, de las que 50 son conductores.
Al evento asistieron el director general de Transportes de la Comunidad de Madrid, Federico Jiménez de Parga; la concejal de distrito de Vicálvaro, Carmen Torralba; el presidente de Aetram, Esteban Rivas; y numerosos empleados y clientes de Cartour, a los que acompañó el padre Felipe para bendecir la instalación. La anécdota surgió cuando éste leyó una carta de parte del Papa, Benedicto XVI, a quien José Miguel Pedrero había escrito previamente para solicitarle su bendición, tanto para la compañía como para su familia. “Y me contestó”, resaltó Pedrero, quien también leyó su misiva a Su Santidad.
