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Desayunos de trabajo de Hispack y la Fundación Icil sobre el impacto del packaging en la cadena de suministro (II)

En las sesiones se expusieron diversos casos prácticos y de éxito relacionados con el tema de la innovación

miércoles 11 de abril de 2012, 01:00h

Continuando con la noticia publicada ayer sobre los desayunos de trabajo que Hispack y la Fundación Icil celebraron en Barcelona y Madrid sobre el impacto del packaging en la cadena de suministro, también se ofreció un amplio repaso al tema de la trazabilidad de los productos, en crecimiento debido a los requerimientos actuales del mercado.

Desde hace años se viene hablando de la RFID como una opción para conseguir esa trazabilidad, pero las pruebas piloto que se han llevado a cabo hasta la fecha demuestran que la radio frecuencia no es todavía un sistema que pueda sustituir al código de barras.

La RFID no se ha podido aplicar en la totalidad de una cadena logística, precisamente porque intervienen muchas partes, desde el diseño del packaging pasando por los almacenes, las infraestructuras y el transporte. Además no se puede garantizar la visibilidad total de un producto en la cadena logística si ese producto pasa por un eslabón en el que no se aplica la RFID. El éxito de la RFID radica en que debe ser un sistema impuesto por el fabricante, con continuidad en el resto de la cadena de suministro.

También están apareciendo nuevas formas de lectura y tecnologías paralela, como la visión masiva a través de fotografía que, en pocos segundos, puede leer todos los códigos de barras visibles en los envases o embalajes de una agrupación de productos o mercancías.

Así pues, la alternativa a la implementación de la RFID continúa siendo el código de barras, un sistema bidimensional y estandarizado cuyo uso es sencillo, económico y permite avanzar en la trazabilidad y la visibilidad de la cadena de suministro.

Innovar para reducir costes y ganar en eficiencia logística

En las sesiones de trabajo también se expusieron diversos casos prácticos y de éxito que demuestran cómo la innovación en el packaging y su relación con el transporte y manipulación de mercancías puede contribuir a ganar en eficiencia logística, valor añadido y calidad, además de satisfacer las necesidades y requerimientos de los clientes en diversos aspectos.

Francesc Font, de Cartonajes Font, dio a conocer una de sus novedades, el Bottle Pack, especialmente diseñado para que las empresas de reparto y mensajería puedan realizar envíos de botellas de vidrio, ya que este embalaje evita la rotura de, por ejemplo, botellas de vino durante su transporte. También dio a conocer diversos tipos de contenedores de cartón plegables para el transporte y manipulación de líquidos o semilíquidos con capacidad para hasta los 1.000 litros. Estos contenedores llevan en su interior una bolsa de plástico y son de un solo uso. Ocupan poco espacio una vez plegados y son fáciles de montar, además de reciclables y apilables.

Roche y Mahou-San Miguel

Juan Carlos Fontela, de Roche, especificó que los envases que utilizan tienen que estar adaptados a las características de sus productos, que pueden ir desde los productos congelados a -20 grados, hasta los dos u ocho grados, trabajándose con más de 5.000 referencias, todas con un tamaño diferentes y algunas de alto valor. Por ello en Roche han diseñado el sistema Varipack. Se trata de un único tipo de caja que se recorta por la parte superior, una vez llena, para adaptarla al volumen de productos que van dentro. Con ello se asegura la verticalidad de los envases que van en su interior, se reducen los costes de embalaje y el volumen de los mismos, optimizando con ello el volumen transportado. A modo de ejemplo, con este sistema Roche ha conseguido reducir un 20% el volumen del embalaje, lo cual implica haber sacado de la carretera un tráiler y medio.

Por su parte, Alberto García, del Grupo Mahou-San Miguel, explicó con detalle el proyecto de las plateas de plástico retornables. Se trata de un palet de polietileno destinado al uso de cajas retornables en Mahou-San Miguel que, con una vida útil de 15 años y sin mantenimiento, es un sistema pionero en España y posiblemente en Europa dentro del sector de cervezas y bebida. Las principales ventajas del palet de plástico en relación con el de madera son que su peso es 10 kilos inferior, con lo cual en un camión con capacidad para 24 palets, se transportan 240 kilos menos, con el consiguiente ahorro en consumo de combustible y la menor emisión de CO2. Además, en términos de seguridad, el palet de plástico presenta una mayor y mejor adherencia de la carga en caso de frenado en seco hasta 15 km/h (en condiciones de suelo mojado y seco). También en el apilado presenta ventajas, ya que está diseñado para trabajar tanto en pila, pudiendo apilar a cuatro alturas, como en estantería, pudiendo soportar 1.100 kg sin ninguna dificultad.

Las dimensiones únicas e idénticas de todos los palet permiten mejorar la eficiencia en las líneas de producción y automatización. Y, en el ámbito de la limpieza, es más higiénico y limpio. En cuanto a su manipulación, el palet de plástico diseñado por Mahou-San Miguel, que ha contado con la colaboración de la Universidad de Bruselas, posibilita el uso de la transpaleta manual en su manejo, con entrada por los cuatro lados.