Mejorarán las frecuencias de paso, la velocidad comercial, la regularidad y la fiabilidad, gracias a los nuevos trazados rectilíneos de las líneas y las medidas de prioridad. Se potenciará la intermodalidad con los demás transportes públicos y los sistemas de información a los usuarios, manteniendo las ventajas de accesibilidad, proximidad y respeto por el medio ambiente propios del bus, según informan desde TMB.
La implantación de la nueva red de bus comenzará en otoño con la creación de cinco nuevas líneas, dos de verticales en sentido mar-montaña, dos horizontales sentido Llobregat-Besós y una de diagonal. Contarán con novedades tecnológicas como la priorización semafórica, la venta de billetes en las paradas, nuevos postes de parada alimentados por energía solar y equipados con pantallas de información, así como la incorporación de pantallas táctiles que permitirán obtener información en tiempo real del estado de la red y planificar recorridos.
Progresivamente se irán creando nuevas líneas hasta alcanzar la meta de 28 nuevos ejes de altas prestaciones con 17 nuevas líneas verticales, ocho horizontales y tres de diagonales, que se complementarán con las líneas interurbanas actuales, el Bus de Barrio, las otras líneas de proximidad y líneas urbanas existentes.
Se diferenciarán por su denominación, que combinará letras y números, y por una imagen característica en los vehículos, el mobiliario y la señalización: los verticales, con una V y el color verde; los horizontales, con una H y el azul; y los diagonales, con una D y el naranja..
En rueda de prensa, el alcalde Xavier Trias ha anunciado que su apuesta política pasa por "dar prioridad a los autobuses" y adaptar la red al siglo XXI haciéndola más racional, clara y rápida, lo que coincide en un momento en que la construcción de la Línea 9 del Metro está parada, y en que difícilmente puede ejecutarse la conexión de los tranvías, el Trambaix y el Trambesòs.
Inversión inicial: 600.000 euros
El Ayuntamiento invertirá 600.000 euros en la primera fase de la nueva red -para TMB la operación tendrá cero coste extra-, e implica crear paradas dobles y carriles bus; reducir algún carril y eliminar aparcamientos diurnos para coches; cambiar calles de sentido, crear giros exclusivos para autobuses y dotarles de prioridad en los semáforos.
