Ubicado en el polígono de Las Vías, se enmarca en otro proyecto acometido por la empresa que supondrá 20 millones de euros de inversión, y un aumento de su plantilla en un 60%. El Centro Autorizado de Tratamiento prevé, durante el presente ejercicio, descontaminar y gestionar más de 300 vehículos pesados (camiones, autobuses y otros vehículos industriales fuera de uso-VFU), cifra que irá aumentando en los siguientes años. Con el anterior modelo de desguace tradicional se iban extrayendo las piezas según fueran demandas por el cliente, y el resto, se enviaban achatarradas a un fragmentador o se depositaban en un vertedero con el consecuente riesgo de que se produjeran derrames en las zonas exteriores del propio desguace o en las ubicaciones de los gestores finales. Además, el único material que se reciclaba era el metal.
Programa de descontaminación
En la nueva planta, sin embargo, se ha incorporado un programa de descontaminación y despiece integral, especialmente diseñado para extraer de forma rápida y segura todos los residuos peligrosos. Se trata de un sistema de succión por vacío, que permitirá la extracción por separado de cada residuo, provisto de un mecanismo de bombeo que evacuará estos fluidos hacia unos tanques de almacenamiento desde donde serán entregados a gestores autorizados.
Asimismo, esta propuesta aumenta el número de materiales reciclados, pues no sólo incluye metal, sino también plásticos, vidrios, aceites y otros líquidos, entre otros, lo que supone pasar de una cota de reciclaje del 75% con los métodos tradicionales, a un 95%.
"Sobre un desguace tradicional, incorporamos una cadena de desmontaje", señala el director de la compañía, Jesús Picatto. "Recibimos el vehículo en una zona impermeable y descontaminada, le aplicamos una pionera máquina para la succión y separado de los líquidos, y se procede a la emisión de las órdenes automáticas de despiece y reciclaje. Las piezas pasan un exhaustivo control de calidad, y se ubican en una de las cuatro plantas de 2.000 metros cuadrados de que dispone el Centro, organizadas por volumen e identificadas por códigos de barras. De este modo, tenemos informatizado el almacén, tratando de ir por delante del cliente, para que cuando su vehículo se avería, nosotros ya tengamos las piezas reparadas, reduciendo los tiempos muertos y, por tanto, elevando su rentabilidad". Todo esto, añade Picatto, con el máximo respecto al medio ambiente, ya que en los procesos hemos eliminado la posibilidad de que, en el remoto supuesto de un escape, el suelo se vea afectado".
