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Seis de cada diez conductores de transporte pesado realizan ellos mismos el mantenimiento de sus vehículos

Asimismo, la crisis ha producido que se aplace la compra de vehículos nuevos (88%), envejeciendo el parque

martes 26 de junio de 2012, 01:00h

Un 62% de los autónomos o conductores habituales de vehículos pesados, superiores a 3.500 kg afirma que ellos mismos realizan el mantenimiento de los vehículos debido a la actual situación de crisis económica, según un informe presentado por la fundación Fesvial, que ha llamado la atención sobre el riesgo implícito en este tipo de comportamientos.

Además, La mayoría reconoce que la crisis ha hecho que esperen más tiempo para cambiar de vehículo (88,3%), mientras que siete de cada 10 conductores reconoce que en sus empresas se diseñan ahora las rutas más optimizadas; y más de la mitad intenta gastar menos llevando su propia comida.

El estudio, titulado 'La crisis y la seguridad vial en el transporte profesional' y elaborado por Fesvial junto con Scania, ha sido presentado el pasado viernes por el presidente de la fundación, Luis Montoro, durante el Seminario de Seguridad Vial organizado en el marco de la V edición del Campeonato Europeo de Jóvenes Conductores 2012.

Ahora, el mantenimiento de los vehículos por parte de los propios conductores no es la única conducta potencialmente peligrosa que está comenzando a generalizarse con la crisis. Los ahorros buscados por las empresas al cambiar las rutas de sus transportistas, reduciendo los tiempos de descanso de sus conductores e incluso influyendo en la forma en que los propios conductores llevan sus vehículos, también comporta un riesgo añadido.

Así, casi un 70 por ciento de los conductores de transporte pesado admite que con la actual coyuntura económica utilizan en menor medida las vías de peaje, lo que puede incrementar el tráfico en carreteras convencionales, más peligrosas que las vías rápidas. De hecho, un tercio de los conductores asegura haber modificado en general sus rutas debido a la crisis.

Mientras, el 22 por ciento reconoce que ahora trabaja alguna hora al día más que antes, sobre todo en las empresas que cuentan con dos ó tres vehículos y un tercio opta por pernoctar en la cabina de su vehículo cuando antes iban a hostales.

Envejecimiento del parque

La crisis también afecta negativamente al envejecimiento del parque de vehículo. Así, el 88 por ciento de los conductores piensa en aplazar la compra de un vehículo nuevo, lo que trae como consecuencia el envejecimiento del parque de vehículos y además puede afectar a la seguridad vial. Asimismo, un tercio de los entrevistados afirma que en su empresa se incorporan menos elementos de seguridad en aquellos vehículos de nueva adquisición.

Además, un 39 por ciento de los entrevistados reconoce que retrasa el cambio de neumáticos, frenos, y amortiguadores, y el 34 por ciento alargan los intervalos de mantenimiento especificados por el fabricante. Estos comportamientos pueden tener también impacto en la seguridad del vehículo, debido a que el mismo no se encuentre en óptimas condiciones y en determinadas situaciones no responda con eficacia a la demanda que realiza el conductor, pudiéndose producir accidentes.

Maneras de conducción

En cuanto a la manera en que se conduce, medidas de ahorro reconocidas por los conductores son circular con marchas largas y a pocas revoluciones, no dejar el motor al ralentí al cargar o descargar, conducir de forma menos brusca, reducir el límite de velocidad, usar de forma racional el aire acondicionado y la utilización de sistemas de navegación para optimizar las rutas.

Y con la crisis, también se mira como ahorrar en combustible. En relación con este tema, el estudio refleja que la práctica más habitual de ocho de cada diez conductores (78%) es repostar en las gasolineras de una marca concreta, ya que así se benefician de las ventajas de una tarjeta descuento. Tan sólo un 17 por ciento compara precios y acude a la más barata, aunque esto implique desviarse un poco de la ruta. Un porcentaje muy bajo (5%) reposta en cualquier gasolinera.

Además, del estudio también se desprende que cuatro de cada diez conductores (43%) percibe un mayor nerviosismo, distracción y agresividad en la forma de conducir del resto de conductores a causa de la crisis.