El presidente de Bosch España, Frank Seidel, y el vicepresidente de Anfac, Mario Armero, ofrecieron el pasado día 18 una rueda de prensa con el fin de presentar las conclusiones del primer barómetro realizado de manera conjunta por estos dos grupos en materia de seguridad vial y medio ambiente.
El estudio hace especial hincapié en la incorporación progresiva de sistemas como el de control de estabilidad, "quizás, después de los cinturones, el sistema de seguridad más importante en el automóvil y ha salvado muchas vidas en los últimos años", en palabras de Mario Armero. Sin embargo, este sistema, capaz según el estudio de evitar hasta un 80% de los accidentes por derrape (llegando a salvar hasta 4.000 vidas al año en la UE), está implantado en tan solo un 40% de los vehículos de menos de 10 años en España.
El informe también habla de otro sistema que tendrá gran protagonismo en las carreteras de los próximos años, el sistema detector de fatiga (DDD). Según diversos estudios en distintos países, el cansancio está presente en entre un 20 y un 30% de los accidentes. Actualmente un 5% de los vehículos nuevos incluye este sistema, pero se espera que el ritmo de implantación se acelere.
Un parque envejecido
Uno de los principales problemas es la falta de sistemas de seguridad modernos en gran parte del parque automovilístico de mayor antigüedad. El 91% de los automóviles de más de 10 años no tienen ESP. Entre las nuevas matriculaciones las cifras son exactamente opuestas, y la previsión es que para 2013 todos los vehículos incorporen la opción de llevar el dispositivo.
La situación de crisis ha influido de forma contundente en este envejecimiento del parque automovilístico, y si la tendencia no cambia, para 2014 el 50% de los automóviles que circulen por carreteras españolas tendrán más de 10 años. Según Frank Seidel "una renovación del parque tendría efectos tremendamente positivos en la seguridad vial y en la calidad del aire de nuestras ciudades".